El Museo Paleontológico de San Pedro anunció un descubrimiento sorprendente este lunes: una flor que data de hace 1000 años, convirtiéndose así en el primer registro del Holoceno en Argentina y proporcionando nuevas perspectivas sobre ese período geológico. Este hallazgo se produjo durante una expedición rutinaria en una zona conocida como Bajo del Tala, en las afueras de San Pedro, donde el equipo de expertos del museo, compuesto por Emma Lostal, Jorge Martínez, Julio Simonini y José Luis Aguilar, hizo un descubrimiento único en un campo de propiedad privada que les permitió el acceso.
El suelo de la zona se estima que tiene entre 900 y 1300 años de antigüedad, lo que otorga un contexto histórico fascinante a la flor encontrada. Según los expertos, esta flor ofrece una ventana al pasado, ya que creció durante un período que presenció eventos significativos en la historia mundial, como la Edad Media en Europa, la exploración vikinga de Groenlandia y América, el colapso de los antiguos mayas en México y los ataques mongoles a China.
El Dr. Leandro Martínez, quien forma parte del equipo de investigación, destacó que esta flor no es simplemente una flor individual, sino más bien una inflorescencia, conocida como ‘capítulo’, que es característica de la familia de las Asteraceae o Compuestas. Este tipo de inflorescencia es poco común en los registros fósiles, lo que hace que este hallazgo sea aún más excepcional.

La flor será sometida a análisis detallados por expertos del Instituto de Botánica Darwinion (CONICET), incluidos Leandro Martínez, Estrella Urtubey y el Dr. Raúl Pozner. Estos estudios se centrarán en la clasificación sistemática del espécimen para identificar su especie, si es posible. Una vez completados los análisis, la flor será exhibida de manera permanente en el Museo Paleontológico de San Pedro, junto con otras muestras de madera encontradas en el yacimiento arqueológico.
Este descubrimiento ofrece una fascinante visión del pasado geológico de la región y destaca la importancia de la investigación científica en la comprensión de nuestro patrimonio natural e histórico.
Una curiosidad relacionada con este descubrimiento es que, en 2015, se encontró en Patagonia un fósil de dinosaurio que arrojó nueva luz sobre la evolución de las especies en América del Sur. Este hallazgo redefinió nuestra comprensión de la diversidad y distribución de los dinosaurios en la región.