Sony Music ha lanzado una fuerte crítica contra gigantes tecnológicos como Google, Microsoft y OpenAI, acusándolos de utilizar canciones de inteligencia artificial no autorizadas de sus artistas. Esta confrontación subraya el creciente conflicto entre la industria musical y las empresas de tecnología respecto al uso de la inteligencia artificial en la música.
En una carta enviada a más de 700 empresas tecnológicas, Sony Music exigió aclaraciones sobre si estas compañías habían usado sus canciones para desarrollar sistemas de inteligencia artificial. Según la BBC, Sony mencionó en la misiva que tenía “razón para creer” que los destinatarios “podrían ya haber hecho usos no autorizados” de su música. La empresa ha dado a los destinatarios un plazo para responder y ha advertido que hará cumplir su política de derechos de autor “en la máxima medida permitida por la ley aplicable”.
Este movimiento de Sony Music se produce en un contexto de creciente preocupación en la industria musical sobre el uso de la IA. El mes pasado, más de 200 artistas, incluidos Billie Eilish, Robert Smith, Stevie Wonder y Nicki Minaj, firmaron una carta abierta redactada por la Artists Rights Alliance. En dicha carta, los artistas advirtieron contra el uso “depredador” de la IA en la música, subrayando la necesidad de proteger los derechos de los creadores y evitar el uso indebido de su trabajo.
El conflicto entre Sony Music y las empresas tecnológicas refleja una tensión más amplia en la industria musical, donde las plataformas digitales y las herramientas de inteligencia artificial están cambiando rápidamente las formas de crear y consumir música. Los músicos y las compañías discográficas están cada vez más preocupados por cómo se utilizan sus obras en este nuevo entorno y buscan proteger sus derechos frente a posibles infracciones.
En resumen, la confrontación entre Sony Music y las empresas tecnológicas por el uso de la IA en la música destaca la importancia de establecer marcos legales claros y justos para proteger los derechos de los artistas en la era digital. La resolución de este conflicto podría tener importantes implicaciones para el futuro de la industria musical y el desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial.