Sonambulismo: claves para un mejor descanso

Este trastorno hace que las personas realicen acciones inconscientes mientras duermen, típicamente entre una y dos horas después de iniciar el sueño profundo.

En medio de la noche, una persona puede levantarse, caminar por la casa, hablar o realizar acciones sin sentido aparente, sin tener conciencia ni recuerdo alguno de ello al despertar. Este comportamiento, conocido como sonambulismo, ocurre durante una fase profunda del sueño no REM, generalmente entre una y dos horas después de quedarse dormido, y puede durar desde pocos minutos hasta más de media hora.

Aunque los episodios suelen desarrollarse en entornos familiares, la falta de percepción sensorial y juicio expone al sonámbulo a peligros inesperados. Según Verywell Health, casi el 40% de los niños tienen algún episodio de sonambulismo, especialmente entre los 3 y 7 años, mientras que en adultos la prevalencia ronda el 1,5%.

🔍 Nueve causas comunes del sonambulismo y cómo combatirlo

1- Fiebre
En niños, la fiebre y ciertas enfermedades virales pueden inducir episodios de sonambulismo. Estudios explicaron que la fiebre puede reducir el tiempo total de sueño REM y favorecer sueños vívidos o pesadillas.

2- Falta de sueño
La privación de sueño, los horarios irregulares y la fatiga aumentan tanto la frecuencia como la complejidad de los episodios de sonambulismo. Los estudios indican que la falta de descanso potencia estos eventos justo al conciliar el sueño.

3- Ciertos medicamentos
Algunos fármacos pueden desencadenar episodios de sonambulismo, como los hipnóticos recetados para el insomnio (zolpidem, eszopiclona y zaleplón). También las benzodiazepinas, antidepresivos y antipsicóticos pueden incrementar el riesgo.

4- Trastornos respiratorios del sueño
La apnea obstructiva del sueño, que provoca interrupciones en la respiración durante la noche, está estrechamente relacionada con el sonambulismo. Estudios indican que quienes padecen apnea grave tienen el doble de probabilidades de experimentar estos episodios.

5- Estrés
El estrés cotidiano y los eventos emocionalmente intensos pueden ser un detonante. Técnicas como la terapia cognitivo-conductual, meditación, ejercicios de respiración y actividad física pueden ayudar a disminuir estos episodios.

6- Migraña
Existe una conexión entre las migrañas (especialmente con aura) y los trastornos del sueño, incluido el sonambulismo. Aunque los mecanismos aún no están claros, hay evidencia de que ambos podrían compartir una base anatómica común.

7- Enfermedad de Parkinson
Cerca del 10% de las personas con Parkinson presentan sonambulismo, probablemente debido a alteraciones en los mecanismos cerebrales que regulan los ciclos de sueño y vigilia.

8- Síndrome de piernas inquietas
Este trastorno provoca una necesidad urgente de mover las piernas durante la noche, afectando el descanso y generando privación de sueño, lo que a su vez puede derivar en episodios de sonambulismo.

9- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
El reflujo ácido nocturno puede fragmentar el sueño y afectar su calidad. Se recomienda evitar comidas copiosas antes de dormir, elevar la cabecera de la cama y seguir indicaciones médicas específicas.

¿Cómo actuar ante un episodio?

Durante un episodio, los sonámbulos pueden parecer despiertos con los ojos abiertos, pero sin reconocer a las personas ni recordar lo que hacen. También es común que hablen de manera incoherente o realicen acciones inusuales como cocinar, salir de casa o incluso orinar en lugares inadecuados.

No se recomienda despertarlos bruscamente, ya que podrían reaccionar con miedo o agresividad. Lo ideal es guiarlos suavemente de regreso a la cama, asegurándose de que el entorno esté libre de objetos peligrosos.

Si los episodios son frecuentes o peligrosos, se recomienda consultar a un especialista en trastornos del sueño. En algunos casos, pueden realizarse estudios de sueño para identificar causas subyacentes.