¿Ser o parecer? Cómo las redes sociales moldean nuestra autoestima (y por qué nos cuesta tanto dejar de compararnos)

En la era digital 📱, las redes sociales se han convertido en una extensión de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, detrás de las publicaciones cuidadosamente seleccionadas y los filtros embellecedores , se esconde una realidad menos glamurosa: la constante comparación que puede erosionar nuestra autoestima.

La trampa de la comparación constante

Al desplazarnos por nuestras redes, es fácil caer en la trampa de medirnos con los demás. Vemos imágenes de vidas aparentemente perfectas, logros profesionales y cuerpos ideales, lo que puede generar sentimientos de insuficiencia. Esta comparación social, amplificada por las plataformas digitales, distorsiona nuestra percepción de la realidad y de nosotros mismos. Esta dinámica afecta negativamente la autoestima, especialmente en adolescentes, al fomentar una imagen idealizada y poco realista de la vida de los demás.

La búsqueda de validación externa

Las redes también nos empujan a buscar aprobación constante. La cantidad de “me gusta”, comentarios y seguidores se convierte en una medida de valor personal. Esta necesidad de validación externa puede hacer que nuestra autoestima dependa de lo que los demás ven (y dicen) de nosotros en línea…

Impacto en la imagen corporal y trastornos alimentarios

La exposición constante a estándares de belleza irreales en redes sociales puede generar insatisfacción corporal y derivar en trastornos alimentarios, incluso en chicos menores de 12 años. Este problema está creciendo, alimentado por la presión digital de encajar en ciertos moldes estéticos.

¿Qué podemos hacer?

Para contrarrestar el impacto de las redes sociales en la autoestima, estas estrategias pueden ayudar:

✅ Limitar el tiempo en redes: menos scroll, más conexión con el mundo real.

✅ Practicar la gratitud: enfocarse en lo que uno tiene, en lugar de lo que le falta.

✅ Cuestionar lo que vemos: la mayoría de los posteos están editados o muestran sólo una parte de la historia.

✅ Buscar ayuda profesional si es necesario: no está mal pedir ayuda cuando sentimos que no podemos solos.


Las redes sociales no son el enemigo, pero sí es importante aprender a usarlas de manera saludable. Cuando dejamos de compararnos y empezamos a valorarnos por lo que somos (y no por lo que mostramos), todo cambia.