Scarlett Johansson manifestó su profundo descontento y sorpresa por el uso no autorizado de una voz que considera “sorprendentemente similar” a la suya en un sistema conversacional de ChatGPT desarrollado por OpenAI. La actriz, conocida por su participación en películas de gran éxito, había rechazado previamente una propuesta de la empresa para prestar su voz a este sistema.
Controversia por la Voz “Sky”
La controversia comenzó cuando OpenAI presentó una nueva voz llamada Sky en una demostración de su chatbot GPT-4o. Según Variety, la voz fue comparada con la del personaje de inteligencia artificial que Johansson interpretó en la película de 2013 “Her”. A través de un comunicado difundido por Deadline, Johansson afirmó que su decisión de no participar se debió a “razones personales”, y que sus abogados ya se habían puesto en contacto con OpenAI para exigir el retiro de dicha voz.
Oferta Rechazada y Sorpresa de la Actriz
En septiembre de 2023, el CEO de OpenAI, Sam Altman, contactó a Johansson con una oferta para participar en el proyecto, la cual fue declinada por la actriz. “Cuando escuché la demo liberada, estaba impactada, enojada y sin poder creer que el Sr. Altman seguiría adelante con una voz tan similar a la mía que ni mis amigos más cercanos ni los medios pudieron notar la diferencia”, comentó Johansson.
Exigencia de Legislación
Johansson aprovechó la oportunidad para pedir una legislación que proteja la imagen y la voz de las personas contra el uso no autorizado. En su comunicado, expresó: “En una época en la que estamos lidiando con deepfakes y la protección de nuestra propia imagen, trabajo e identidad, creo que estas son preguntas que merecen una claridad absoluta”.
La situación resalta la creciente preocupación por el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y su impacto en la privacidad y los derechos de los individuos. La demanda de Johansson podría sentar un precedente importante en la protección de la identidad personal frente al avance tecnológico.
Curiosidad Relevante
Una curiosidad relacionada es que Scarlett Johansson no es la primera celebridad en enfrentar este tipo de problemas con la inteligencia artificial. En 2018, el actor Bruce Willis se encontró en una situación similar cuando se utilizó su imagen en un anuncio ruso sin su consentimiento. Estos casos subrayan la necesidad de un marco legal que regule el uso de la imagen y voz de los individuos en la era digital.