El entrenador de la Albiceleste, que surgió futbolísticamente de la Lepra, recibió una ovación del público en el Estadio Marcelo Bielsa.
Han pasado dos semanas desde que la selección argentina levantó la Copa América en los Estados Unidos, y los homenajes a los integrantes de la delegación campeona se multiplicaron en distintas canchas del fútbol nacional. Newell’s Old Boys no fue la excepción y agasajó al entrenador de la Albiceleste, Lionel Scaloni, durante el partido contra Independiente Rivadavia de Mendoza.
Scaloni, que observó el encuentro desde las gradas del Estadio Marcelo Bielsa, bajó al campo de juego en el entretiempo para recibir la ovación de todo el público. En un emotivo momento, el técnico fue homenajeado con una plaqueta conmemorativa y una camiseta con su apellido y el dorsal 12, número que utilizó en sus nueve temporadas con el Deportivo La Coruña de España.
Ese número 12 también tiene un significado especial en su etapa como entrenador de la selección, ya que lo había utilizado para agradecer a los hinchas por su apoyo durante el Mundial de Qatar 2022, refiriéndose a ellos como el “jugador número 12”.
El entrenador de 46 años, que también vistió las camisetas de Estudiantes de La Plata, West Ham, Racing de Santander, Mallorca, Lazio y Atalanta, comenzó su carrera futbolística en Newell’s. Scaloni agradeció el homenaje levantando su brazo derecho, en el que sostenía la camiseta obsequiada, mientras el público lo ovacionaba.
En una breve entrevista con TNT Sports, Scaloni expresó su gratitud: “Las muestras de estas semanas han sido increíbles, y les tengo que agradecer porque sinceramente no lo esperábamos. Fue mucho más allá de lo que uno creía”.
El homenaje a Scaloni se suma a los realizados por otros clubes: Rosario Central homenajeó a Giovani Lo Celso, Argentinos Juniors a Alexis Mac Allister y Nicolás González, y River Plate ovacionó a Enzo Fernández en su cancha.
Curiosidad: Lionel Scaloni, aunque se declara sin fanatismos actuales, confesó que de niño fue hincha de Boca Juniors, pero al pasar su vida futbolística en Newell’s, su corazón se inclinó por la Lepra.