Del odio al amor hay un personaje: John Murphy. Y detrás de él, Richard Harmon, el actor canadiense que encontró en la oscuridad de la ciencia ficción su forma de brillar.
Cuando apareció por primera vez en The 100, muchos quisieron que desapareciera. John Murphy era egoísta, impulsivo, cruel. Un villano sin redención. Pero, temporada a temporada, ese mismo personaje se convirtió en uno de los más queridos de la serie. ¿Qué pasó en el medio? Richard Harmon pasó.
Con una presencia magnética y una capacidad actoral que desarma al espectador, Harmon tomó a un personaje escrito para molestar y lo llenó de humanidad. Le dio heridas, contradicciones, un sentido del humor que rozaba la resignación y un código moral torcido pero real. Hizo algo que pocos logran: convertir a un odiado en imprescindible.
Pero más allá de The 100, la historia de Richard tiene capas. Hijo de director y productora, creció rodeado de cámaras, aunque nunca se sintió “el chico perfecto” para estar frente a ellas. Encontró su lugar en los personajes rotos, esos que no encajan, que hacen ruido. Y ahí construyó su carrera.
Antes de volverse conocido mundialmente, Harmon ya había mostrado su potencia en series como Continuum o The Killing. Incluso se animó al drama más íntimo en películas como If I Had Wings, donde interpretó a un joven ciego que sueña con correr. Una metáfora sobre cómo mirar más allá de lo obvio. Algo que él mismo parece aplicar en cada personaje que elige.

Hoy, Richard sigue actuando, eligiendo proyectos que no buscan el aplauso fácil. En 2023 se lo vio en The Flash, y en 2025 fue parte del elenco de Final Destination: Bloodlines, aportando su sello a una franquicia ya instalada. Pero su mayor éxito no está en el mainstream, sino en su capacidad de crear comunidad.

En redes no tiene millones, pero sí seguidores fieles. Gente que no solo lo admira como actor, sino como persona. Con humor irónico y una cercanía poco común en celebridades, comparte partes de su mundo sin caretas. Y eso, en tiempos de filtros y poses, vale más que un protagónico.
¿Es Richard Harmon una estrella de Hollywood? Tal vez no en los términos clásicos. Pero sí es una figura que representa lo mejor de una nueva generación de actores: los que no buscan encajar, sino contar historias que importen. Aunque incomoden. Aunque no vendan fácil.