🔹 Un hallazgo que contradice modelos previos
Los científicos analizaron diminutas piedras de óxido de hierro llamadas ooides y hallaron que, entre 1.000 y 541 millones de años atrás, los océanos tenían reservas de carbono muy reducidas. Esto desafía la idea dominante de que los mares del Neoproterozoico almacenaban grandes cantidades de carbono orgánico para explicar las edades de hielo y la expansión de la vida.
🌍 La “catástrofe de oxígeno” y el salto evolutivo
Según el estudio, las concentraciones de carbono solo alcanzaron los niveles actuales tras la segunda gran “catástrofe de oxígeno”, hace unos 540 millones de años. Este proceso transformó la química del planeta y permitió la expansión de organismos multicelulares, gracias a una respiración más eficiente.
🧪 Ooides: cápsulas del tiempo marino
Para superar la falta de pruebas directas, el equipo analizó ooides recolectados en 26 formaciones marinas que abarcan 1.650 millones de años. Con técnicas isotópicas y químicas avanzadas, reconstruyeron los niveles históricos de carbono en los océanos. Los resultados confirmaron que los registros no estaban alterados por contaminantes externos ni restos locales.
📉 Tres etapas en la evolución de los mares
El trabajo describe tres fases:
- Océanos dominados por microorganismos y baja oxigenación.
- Aparición de organismos multicelulares que redujeron el carbono a mínimos históricos.
- Oxigenación profunda en la era Paleozoica que llevó a los niveles actuales.
“Necesitamos nuevas explicaciones sobre la relación entre las edades de hielo, la vida compleja y el aumento del oxígeno”, señaló Nir Galili, autor principal.
🔮 Proyecciones hacia el presente y futuro
El descubrimiento no solo reinterpreta el pasado: también alerta sobre procesos actuales. La disminución del oxígeno marino provocada por la actividad humana podría replicar, en un futuro lejano, dinámicas similares a las del Neoproterozoico, con impacto en la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas.
Los investigadores destacan que la técnica aplicada a los ooides podría servir para estudiar cómo reaccionaron los océanos en distintas eras geológicas e incluso explorar la posibilidad de vida en otros planetas.