Reino Unido atraviesa una temporada invernal crítica por el avance de la variante H3N2 subclado K de la gripe, que provocó el cierre de escuelas, la saturación de hospitales y una campaña sanitaria reforzada. Con un índice de transmisión superior al habitual (R=1,4) y una inmunidad baja tras años de escasa circulación viral, el sistema de salud británico está en alerta máxima.
🏥 Según The Guardian, los hospitales de Inglaterra registran más de 1.700 ingresos diarios por gripe, con 69 pacientes en terapia intensiva, cifras nunca vistas en este período del año. La presión sobre el sistema llevó a la activación de protocolos especiales y restricciones en centros de salud y educativos.
📚 La educación también sufre las consecuencias: escuelas de Gales del Sur, Leeds y Cheshire suspendieron actividades ante el ausentismo masivo. La escuela St Martin’s cerró por la ausencia de más de 250 estudiantes y docentes. Autoridades educativas recalcaron que el cierre debe ser “una medida de último recurso”.
😷 En paralelo, el gobierno británico recomienda el uso voluntario de mascarillas en espacios públicos para quienes presentan síntomas respiratorios, junto con un fuerte impulso a la vacunación antigripal. Ya se aplicaron más de 17 millones de dosis, 350.000 más que en el mismo período del año anterior.
🧬 La variante H3N2, caracterizada por una deriva genética que aumenta su severidad, afecta principalmente a niños y adolescentes. El 36% de los testeos PCR en menores de entre 5 y 14 años resultaron positivos, mientras que en mayores de 65 años la tasa fue más baja, en parte gracias a la alta cobertura de vacunación.
👩⚕️ Julie-Ann Maney, pediatra consultada por la BBC, advirtió:
“No vemos un brote así desde 2010. Hay chicos con fiebre alta, vómitos y síntomas que duran más de lo habitual”.
📢 Las autoridades sanitarias piden extremar las medidas de higiene, ventilar espacios cerrados y continuar con la inmunización para contener este brote que amenaza con colapsar el sistema de salud.
🧐 Curiosidad poco conocida:
En 1968, una variante anterior del virus H3N2 —conocida como “la gripe de Hong Kong”— causó una pandemia global que mató a más de un millón de personas. Esa cepa, aunque mutada, nunca desapareció del todo y es una de las responsables de las gripes estacionales actuales. La versión actual, subclado K, es su descendiente directa.