Reactivar cerebros tras la muerte, la tecnología de la Universidad de Yale que sorprende al mundo

Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Yale ha dado un paso significativo en el campo de la medicina al lograr restaurar la actividad cerebral después de la muerte, desafiando lo que se entiende por muerte cerebral. Este avance, liderado por Zvonimir Vrselja, tiene el potencial de transformar la investigación médica, especialmente en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

En su estudio, el equipo utilizó un dispositivo llamado BrainEx para restablecer la circulación y funciones metabólicas en cerebros de cerdos horas después de su muerte. Este dispositivo bombea una solución rica en nutrientes y oxígeno, simulando la función de los vasos sanguíneos. Los resultados fueron sorprendentes: se observó que algunas funciones cerebrales, como la actividad sináptica y la producción de proteínas esenciales, se reactivaron, sugiriendo que el daño neuronal no es tan irreversible como se pensaba.

Aunque el cerebro no volvió a funcionar en su totalidad, el experimento desafió conceptos establecidos sobre la muerte cerebral. Además, los investigadores aplicaron sedantes para evitar la consciencia durante el proceso.

Este avance abre nuevas posibilidades para la regeneración cerebral y el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, pero también genera debates éticos sobre la definición de muerte y la viabilidad de los órganos tras el fallecimiento. Además de BrainEx, el equipo de Yale desarrolló otros sistemas, como OrganEx y CARL, que podrían revolucionar el campo de los trasplantes de órganos y la medicina de emergencia.

Este tipo de investigación redefine los límites entre la vida y la muerte, lo que plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la vida y el respeto a los derechos humanos y las normas bioéticas en la ciencia. El futuro de esta tecnología dependerá de cómo se equilibren estos avances con los desafíos éticos que surgen.