En un acontecimiento legal significativo, un tribunal federal de apelaciones emitió un fallo el 21 de diciembre que reabre la demanda presentada contra Nirvana relacionada con la icónica portada de su álbum ‘Nevermind’, que presenta a un bebé desnudo nadando. La demanda original, presentada por Spencer Elden, el bebé en la imagen, alega daño permanente y abuso sexual infantil.
En la primera instancia, un juez de distrito desestimó la demanda argumentando que no se había presentado dentro del plazo de prescripción de 10 años. Sin embargo, un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos revocó esta decisión, considerando que cada reaparición de la imagen podría constituir un nuevo agravio personal, lo que prolonga el plazo para presentar la demanda.
El tribunal de apelaciones destacó que la demanda, presentada por Elden en 2021, alega que Nirvana continuó utilizando la portada del álbum en los últimos 10 años, incluyendo la reedición de ‘Nevermind’ en septiembre de 2021. La cuestión central de esta apelación no reside en la definición de pornografía infantil, sino en si se infringió el plazo de prescripción.
Bert H. Deixler, abogado de Nirvana, expresó en un comunicado (vía The New York Times) que el fallo representa un “revés procesal” y aseguró que defenderán vigorosamente el caso, calificándolo de infundado.
Spencer Elden, quien tenía cuatro meses cuando fue fotografiado en 1991 para la portada del álbum, argumenta en su demanda que ha experimentado un “daño permanente” debido a su asociación con ‘Nevermind’, incluyendo angustia emocional y una “pérdida de por vida de la capacidad de generar ingresos”.
Aunque la demanda no especifica las pérdidas monetarias, sostiene que Nirvana, los productores del álbum y otros se han beneficiado a expensas de Elden. Los abogados de Nirvana contraargumentan que Elden se benefició económicamente al recrear la fotografía por una tarifa y al hacer apariciones públicas parodiando la imagen. Además, niegan que la fotografía en cuestión represente imágenes de abuso sexual infantil, señalando su presencia en millones de hogares estadounidenses.
Este fallo marca un capítulo adicional en la larga saga legal que rodea a una de las portadas de álbum más reconocidas en la historia de la música. El caso será remitido nuevamente al tribunal de distrito para su continuación.