El cineasta estadounidense Quentin Tarantino eligió el filme La caída del halcón negro (Black Hawk Down), de Ridley Scott, como la mejor película del siglo XXI, al ordenar del uno al veinte sus títulos favoritos en el podcast del novelista californiano Bret Easton Ellis.
“Mantiene la intensidad durante las 2 horas 45 minutos, o lo que dure, la volví a ver recientemente, mi corazón latió todo el tiempo de la película; me atrapó y no me soltó, y hacía tiempo que no la veía. La hazaña de dirección es más que extraordinaria”, explicó Tarantino, según el blog especializado World of Reel. La cinta bélica de Scott combina acción continua, crudeza y un pulso narrativo que, para el director de Pulp Fiction, permanece inigualable.
La lista sorprendió por su diversidad y por incluir títulos poco asociados al universo tarantinesco. En el segundo lugar ubicó nada menos que Toy Story 3, de Lee Unkrich. Sobre ella expresó: “Esos últimos cinco minutos me arrancaron el corazón… Empiezo a llorar y me atraganto. Es simplemente extraordinaria. Es casi una película perfecta. Y ni siquiera hablamos de los grandes momentos de comedia”.
Una de las reglas autoimpuestas para su selección fue elegir solo una película por director. Por eso, el tercer puesto quedó en manos de Lost in Translation, de Sofia Coppola; el cuarto para Dunkerque (Dunkirk), de Christopher Nolan; y el quinto para la multipremiada There Will Be Blood, de Paul Thomas Anderson.
El ranking continuó con Zodiac, de David Fincher, en el número seis; Unstoppable, de Tony Scott, en el siete; Mad Max: Fury Road, de George Miller, en el ocho; Shaun of the Dead, de Edgar Wright, en el nueve; y Midnight in Paris, de Woody Allen, cerrando el top ten.
Tarantino ya había revelado previamente los puestos del once al veinte, que incluyeron nombres igualmente destacados. Entre ellos, West Side Story (2021), de Steven Spielberg, en el puesto veinte; Jackass: The Movie, de Jeff Tremaine, en el trece; y School of Rock, de Richard Linklater, en el catorce. La selección completa dejó en evidencia un gusto amplio, emotivo y desprejuiciado, más cercano al espectador apasionado que al realizador consagrado.
