Ni ciencia ficción ni un capítulo de Black Mirror: los xenobots son una nueva forma de vida creada en laboratorio, construida a partir de células vivas. Capaces de moverse por sí solos, autorrepararse y hasta colaborar entre sí, estos organismos biológicos están desafiando todo lo que creíamos saber sobre la vida y la inteligencia artificial.
Los primeros robots vivos de la historia
Los xenobots fueron desarrollados por científicos de las universidades de Vermont y Tufts (EE.UU.) a partir de células madre de embriones de rana africana (Xenopus laevis, de ahí su nombre). A diferencia de los robots tradicionales hechos de metal o plástico, estos pequeños organismos —de menos de 1 milímetro de tamaño— están construidos con tejidos vivos y programados para realizar tareas simples.
Lo increíble: no tienen cerebro, órganos ni circuitos, pero pueden desplazarse, trabajar en grupo y adaptarse a su entorno. Algunos incluso han mostrado la capacidad de autorrepararse cuando se dañan.
¿Para qué sirven?
Aunque todavía están en fase experimental, los científicos creen que podrían tener múltiples aplicaciones:
- Limpiar microplásticos de los océanos
- Transportar medicamentos dentro del cuerpo humano
- Regenerar tejidos o reparar órganos
- Explorar ambientes peligrosos sin poner en riesgo vidas humanas
Su comportamiento no está determinado por un software, sino por la biología y la forma en que las células están organizadas. Es una especie de programación “orgánica” que se ajusta en tiempo real, algo totalmente nuevo en el mundo de la robótica.
¿Son peligrosos?
Una de las grandes preguntas es si los xenobots podrían volverse una amenaza, al estilo de las películas de ciencia ficción. Pero los expertos aseguran que no pueden reproducirse de forma natural ni sobrevivir fuera de condiciones controladas. Aun así, su creación abre el debate sobre los límites éticos de la ciencia: ¿hasta dónde deberíamos llegar?
Como explicó Joshua Bongard, uno de sus creadores, “estos no son ni robots tradicionales ni una especie conocida de animal. Es una nueva clase de artefacto: un organismo vivo, programable”.