Qué son los probióticos y por qué es importante incorporarlos a la dieta

El consumo habitual de probióticos mejora la digestión, fortalece el sistema inmune y ayuda a mantener una microbiota intestinal equilibrada. Conocé cuáles son los alimentos que más aportan y cómo consumirlos correctamente.

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se ingieren en cantidades adecuadas, generan efectos beneficiosos para la salud intestinal y general. Su consumo habitual se asocia a mejoras digestivas, una mayor absorción de nutrientes y al fortalecimiento del sistema inmunológico.

Según especialistas de la Clínica Universidad de Navarra, mantener una microbiota equilibrada también impacta positivamente en la salud mental, debido a su influencia sobre neurotransmisores vinculados al estado de ánimo. Por eso, los probióticos se recomiendan especialmente en personas que han atravesado tratamientos con antibióticos, o que presentan enfermedades como síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.

¿Qué son los probióticos?

Son bacterias y levaduras beneficiosas que habitan naturalmente en el intestino. Las cepas con mayor respaldo científico pertenecen principalmente a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, presentes en muchos alimentos fermentados y suplementos dietarios.

Estos microorganismos colaboran en funciones clave: ayudan a digerir los alimentos, regulan la flora intestinal y dificultan la proliferación de bacterias nocivas. Además, su acción sinérgica con los prebióticos —sustancias no digeribles que estimulan su crecimiento— potencia sus efectos positivos.

Alimentos ricos en probióticos

Kéfir
Originario del este de Europa, es una bebida láctea fermentada que contiene una alta diversidad de bacterias beneficiosas. Es ideal para personas con intolerancia a la lactosa, ya que su proceso de fermentación reduce significativamente este azúcar.

Chucrut
Elaborado a partir de repollo fermentado en salmuera, es típico en países como Alemania o Polonia. Aporta Lactobacillus y otros microorganismos útiles que ayudan a regular el sistema digestivo y controlar la glucosa.

Pepinos agridulces
Cuando se fermentan de forma artesanal y sin pasteurizar, estos encurtidos actúan como probióticos naturales. Se recomienda consumirlos con moderación por su alta acidez.

Kombucha
Es un té fermentado con propiedades antioxidantes y depurativas. Aunque tiene múltiples beneficios, no se aconseja para personas con antecedentes de candidiasis, debido a la presencia de levaduras.

Miso
Este condimento fermentado, originario de China y popular en Japón, se presenta como una pasta salada ideal para enriquecer sopas, aderezos y salsas. Además de su sabor umami característico, aporta bacterias probióticas.

Suplementos y recomendaciones

Si bien los alimentos fermentados son una excelente fuente de probióticos, también existen suplementos en cápsulas, polvos o líquidos que pueden incorporarse bajo supervisión médica. Los especialistas recomiendan combinarlos con una dieta rica en fibra, hidratación adecuada y una rutina de sueño y movimiento que favorezca la salud digestiva en general.