Primeros auxilios: qué se debe hacer frente una emergencia médica en pleno vuelo

Los protocolos de resolución de una emergencia médica en pleno vuelo pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. En los últimos días, la muerte de una veterinaria en un viaje entre Barcelona y Buenos Aires, la dramática descompensación de un niño enfermo de cáncer que regresaba a Resistencia en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, y el pasajero que falleció esta tarde en un vuelo de Flybondi entre Bariloche y Córdoba, demostraron la pericia de los tripulantes para hacer frente a situaciones extremas.

En emergencias médicas en el aire, la tripulación juega un papel crítico, tanto en vuelos comerciales como en vuelos privados. ¿Pero cuál es la verdadera preparación que tienen los miembros de las aerolíneas? Cuando se presenta una emergencia a bordo, la tripulación debe realizar una evaluación rápida de la situación para determinar la gravedad del problema y qué tipo de asistencia se necesita.

Para ello, en nuestro país, una vez al año reciben capacitación obligatoria en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina.

Al cumplir con esa capacitación, la tripulación está sobradamente entrenada para brindar primeros auxilios básicos. Incluso, también está habilitada para realizar maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) para estabilizar al paciente hasta que llegue ayuda médica calificada.

Este video te permite conocer cómo funciona el CEFEPRA

“Es una semana completa en la cual hacemos cursos y rendimos exámenes sobre meteorología, principios aeronáuticos, salvataje, búsqueda y salvamento, aerodinámica, operatividad y cuestiones médicas, como RCP, desobstrucciones, quemaduras, cortes, etc.”, explica a MDZ Florencia Magariños, primer comisario de cabotaje regional de Aerolíneas Argentinas.

LA CAPACITACIÓN DE LOS TRIPULANTES ES COMPLETA. 

“Hacemos todo, porque justamente nuestro trabajo es saber qué hacer si no tenemos un médico, porque no siempre lo tenés. Y tenerlo no significa que haga las cosas bien tampoco. El que te salva en ese momento es, por ejemplo, un pasajero que trabaja en emergencias, un emergentólogo, un cardiólogo”, enfatiza Magariños. Y agrega: “Muchos médicos piensan que están en un consultorio y no es tan fácil tener a una persona infartada en un asiento. Recuerdo un caso en el que un médico insistía en mantener sentado a un pasajero infartado, y yo le decía que sentado no le podíamos hacer RCP, que tenía que estar tirado en el galley, el pasillo, donde sea”.

Cómo se actúa frente a una emergencia

Ante a una situación crítica, el personal de la aerolínea activa un protocolo que inicia con el requerimiento por parte del pasajero de atención médica. Un dato importante: la aerolínea no pide al médico, sino que lo hace en nombre del pasajero debido a una serie de resguardos legales, entre ellos la posibilidad de que el médico tratante reclame a la empresa aérea un pago eventual por los servicios brindados a bordo.

En algunos casos, una descompensación puede requerir un aterrizaje de emergencia. La tripulación debe coordinar con el comandante y el personal de tierra para asegurar un aterrizaje seguro y una transferencia rápida en el aeropuerto.

“Hace menos de seis meses me pasó de tener un pasajero infartado en pleno decolaje. Nos declaramos en emergencia, pegamos la vuelta enseguida y aterrizamos. Pero toda esa vuelta nos llevó 20 minutos, que en esas situaciones es una eternidad. Cinco minutos son eternos. Imaginate si estás en el medio del océano o si estás muy lejos de cualquier aeropuerto donde poder aterrizar. Por eso tenemos que estar absolutamente preparados para asistir una emergencia médica en vuelo, y lo estamos”, subraya Magariños.

LOS TRIPULANTES ESTÁN PREPARADOS PARA REALIZAR RCP, ENTRE OTRAS MANIOBRAS DE AUXILIO.

Los aviones están equipados con dos tipos de botiquines: uno para cuestiones menores, como cortes, quemaduras, heridas leves, y otro, el “botiquín médico” que tiene todo lo necesario para montar -si fuese necesario- un quirófano en el aire, que solo puede utilizarlo un profesional; a excepción del tensiómetro, el oxímetro o el estetoscopio que están a disposición de la tripulación.

Además, aunque están entrenados para ello, los auxiliares de vuelo no pueden inyectar ningún tipo de medicación -como insulina por ejemplo- a los pasajeros. 

La responsabilidad del pasajero

Al momento de adquirir el ticket aéreo, el pasajero que tenga alguna condición médica específica o necesita asistencia especial durante el vuelo, está obligado a completar -con firma de su médico- el formulario de información médica MEDIF (Medical Information Form) de acuerdo con lo dispuesto en el artículo n.º 9 de la Resolución n.º 280 de la Agencia Nacional de Aviación Civil de 2013.

Estos son algunos ejemplos de posibles condiciones médicas específicas:

  • Sufrir de alguna enfermedad o incapacidad que tenga efectos en su salud y bienestar o pueda afectar a los demás pasajeros y a la tripulación;
  • Haber sido operado recientemente;
  • Tener un estado de salud inestable;
  • Representar un riesgo para su propia seguridad, la de los demás pasajeros o la de la tripulación;
  • Necesitar atención o acompañamiento médico o equipos especiales durante el vuelo.

“El MEDIF va al médico de la empresa aérea, que es el que rechequea la situación, porque los médicos por lo general no son médicos de aeronáutica. Las cosas arriba del avión son absolutamente diferentes a cualquier ámbito; no estás en una habitación, no estás a nivel del piso, estás presurizado, etcétera”, precisa la comisario de Aerolíneas. Y cierra: “La gente subestima mucho todas estas condiciones, no siempre cumplen con el MEDIF, y cada vez son más comunes las emergencias médicas a bordo por casos no declarados”.