Por qué dejar que tu mente divague puede ser bueno para vos

¿Qué es el mind wandering?

El mind wandering ocurre cuando la mente se aleja de la tarea presente para enfocarse en pensamientos internos. Puede tomar muchas formas: desde imaginar el próximo viaje, repasar una conversación pasada, idear un proyecto, hasta pensar en lo que vas a cenar.

Y aunque parezca lo opuesto a la meditación o el mindfulness, varios estudios afirman que dejar fluir la mente libremente también es necesario para el equilibrio mental. Según investigadores del Harvard University’s Psychology Department, pasamos casi el 47% de nuestro tiempo pensando en cosas que no tienen que ver con lo que estamos haciendo, y esto no siempre es negativo.

Fomenta la creatividad
Grandes ideas nacen en momentos de divagación. Paul McCartney soñó con “Yesterday”, Einstein decía que sus mejores ideas llegaban mientras pensaba en otras cosas. Diversos estudios (como los de la University of California) confirman que las tareas repetitivas —como caminar o lavar platos— activan el “modo por defecto” del cerebro, una red neuronal relacionada con la imaginación y la innovación.

Ayuda a resolver problemas complejos
Cuando no estamos centrados en una solución, el cerebro trabaja de fondo y conecta ideas que, a simple vista, no estaban relacionadas. Esto se conoce como incubación creativa y es común en artistas, escritores y científicos.

Conecta con el mundo emocional
Divagar permite procesar emociones, evaluar decisiones pasadas y pensar en el futuro. Este tipo de pensamiento autorreferencial es clave para construir una narrativa interna y dar sentido a nuestra vida.

Como todo, el mind wandering tiene un lado B. Puede volverse perjudicial si está ligado a la ansiedad, el estrés crónico o la rumiación negativa. Según la psicóloga clínica Mariana López (MN 55239), “si la divagación mental siempre nos lleva al pasado doloroso o a preocupaciones futuras que no podemos controlar, es momento de prestar atención. La clave está en el equilibrio.”

Por eso, se recomienda combinar momentos de mente libre con prácticas de anclaje como la respiración consciente, el descanso y el journaling.