Palabras y gestos: la fórmula que potencia la atención de los bebés

Frente al oso de juguete

Frente a un oso de juguete, unas pequeñas manos se detienen y unos ojos curiosos buscan sentido en el entorno. Los primeros meses de vida transcurren entre descubrimientos continuos: cada palabra, cada gesto, cada indicación de un adulto abre una puerta invisible en el universo de un bebé. Un grupo de científicos decidió explorar cómo se moldea esa atención y qué herramientas la potencian.

El experimento: palabras y gestos bajo observación

En el Infant Cognition Lab de la Universidad de California, Davis, investigadores estudiaron la relación entre el lenguaje de los cuidadores y la atención de bebés de nueve meses. Participaron 49 cuidadores norteamericanos y sus hijos, que compartieron juegos con un rompecabezas decorado con imágenes de animales (loro, cebra, león, mono, oso y elefante).

Los bebés usaron rastreadores oculares montados en la cabeza, lo que permitió medir con precisión hacia dónde miraban y cuánto tiempo sostenían la atención.

Resultados: cómo reaccionan los bebés

Los investigadores observaron que:

  • Palabras neutras generaron un promedio de 3,1 segundos de atención.
  • Palabras que etiquetan objetos (“león”) elevaron el promedio a 3,9 segundos.
  • Términos espaciales como “aquí” o “allí” mantuvieron la mirada por 3,6 segundos.
  • La combinación de etiquetas y palabras espaciales sostuvo la atención por 6,1 segundos.
  • Al sumar gestos como señalar, el tiempo subió a 8,4 segundos, la duración más alta.

“Este estudio encuentra que la diversidad y especificidad de las palabras que emplean los padres puede moldear el desarrollo de sus bebés y su vínculo con los objetos que los rodean”, explicó Erim Kızıldere, autor principal.

El rol del lenguaje y el espacio

La profesora Lisa Oakes, supervisora del estudio, explicó que a los nueve meses los bebés ya desarrollan un incipiente “sentido del espacio” y algunas palabras para describirlo. De allí surgió la idea de medir cómo reaccionan cuando los padres combinan lenguaje y gestos.

El equipo comprobó que los bebés ya siguen la mirada de los adultos y ajustan su foco de atención según los estímulos recibidos.

Aprendizaje que deja huella

Los investigadores concluyeron que “cuando los bebés enfocan su atención durante más tiempo en los objetos que los rodean, esas experiencias se acumulan y pueden derivar en un razonamiento espacial más sólido en etapas posteriores de la vida”.

El artículo, publicado en Developmental Psychology, contó también con los aportes de Christian M. Nelson y Katharine Graf Estes, de la Universidad de California, y de la profesora Marianella Casasola de la Universidad de Cornell.