En un escenario marcado por la constante disminución de las tasas de interés, los argentinos se encuentran en la búsqueda de alternativas de inversión que les permitan sortear la negativa brecha entre los rendimientos en pesos y la inflación.
El reciente recorte del Banco Central, el quinto desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, ha dejado la tasa de política monetaria en un 50% nominal anual, lo que augura una disminución aún mayor en los rendimientos de los plazos fijos y cuentas remuneradas, los cuales ya se sitúan por debajo del 40% en términos reales.
Ante este panorama, los analistas financieros sugieren diversas opciones para rentabilizar los excedentes de pesos a través de activos financieros más dinámicos. Para los inversores conservadores, la adquisición de dólares se presenta como una alternativa segura, con el contado con liquidación en mínimos reales desde 2019.
En el ámbito local, las tasas de Lecap se muestran poco atractivas, mientras que los bonos ajustados por CER podrían ofrecer cierta protección ante la persistente presión inflacionaria.
En el mercado de valores, las acciones y bonos en dólares aparecen como opciones interesantes para aquellos dispuestos a asumir mayores riesgos. En particular, se destaca el sector energético como una apuesta atractiva a mediano plazo, con empresas como Pampa, YPF y Vista en la mira de los inversores.
El sector bancario también ha experimentado un notable repunte, con alzas significativas en el valor de las acciones en dólares, impulsadas por la expectativa de un escenario más favorable para el mercado financiero local.
En este contexto, los bonos soberanos en dólares se erigen como los grandes ganadores, con un crecimiento que supera ampliamente a las acciones medidas en la misma moneda. Sin embargo, se advierte que este escenario podría cambiar ante un panorama recesivo y la ausencia de inversiones en obra pública.
En resumen, los inversores argentinos se encuentran ante un abanico de opciones diversificado, que va desde la seguridad del dólar hasta las oportunidades de crecimiento en el mercado de valores, con la precaución de evaluar cuidadosamente los riesgos y las proyecciones a futuro.
Curiosidad relacionada: Durante los últimos doce meses, las acciones medidas en dólares han experimentado un crecimiento del 82,6%, mientras que el bono AL30 ha aumentado un 186,4% en la misma moneda, superando así ampliamente a las acciones en términos de rentabilidad.