👁️ En un laboratorio de la Universidad de California en Berkeley, cinco voluntarios fueron testigos de un fenómeno sin precedentes: un color inexistente en la naturaleza ni en pantallas, bautizado como “olo”. Se trata de un azul verdoso de saturación absoluta, tan intenso que rebasa los límites de la experiencia visual habitual.
🔬 El hallazgo, publicado en Science Advances en abril de 2025, fue posible gracias al Oz Vision System, un dispositivo óptico capaz de dirigir pulsos de luz directamente a un solo tipo de fotorreceptor: el cono M, encargado de captar longitudes de onda medias (verdes). En condiciones normales, las señales de este cono se mezclan con las de otros, impidiendo percibir su respuesta aislada.
💡 Al separar ese canal de información, los investigadores lograron que los participantes vieran un color que no existe en el espectro visible convencional. Ren Ng, ingeniero eléctrico y uno de los voluntarios, describió el momento como “impactante”, comparable a ver el rosa más intenso posible tras una vida rodeado de tonos suaves.
🧠 El nombre “olo” hace referencia al código binario 010, que alude a la activación exclusiva de los conos M mientras los conos L y S permanecen inactivos. Esto rompe con la visión natural, en la que cualquier color activa al menos dos tipos de conos.
🎨 No todos coinciden en que sea un color nuevo: algunos expertos creen que podría tratarse de un verde extremadamente saturado. Sin embargo, los autores del estudio defienden que la clave está en la experiencia perceptiva inédita y en la técnica óptica que la hace posible.
🚀 Más allá de la curiosidad científica, el método podría servir para estudiar enfermedades visuales, crear tratamientos para el daltonismo o impulsar experiencias inmersivas en realidad virtual. No obstante, su uso está limitado por la necesidad de equipos ópticos complejos y la estimulación precisa de una pequeña zona de la retina.
🔍 El experimento también demostró que es imposible reproducir olo en dispositivos actuales: incluso las mejores combinaciones de azul, verde y luz blanca no logran igualar su intensidad.
🌌 Para los investigadores, el valor de este descubrimiento no está solo en un matiz único, sino en abrir la puerta a percepciones que antes creíamos imposibles. Olo es, por ahora, un visitante fugaz en la historia de la visión humana, pero su existencia plantea la posibilidad de que haya muchos otros colores y sensaciones esperando ser revelados.