En la era actual de reinvención de los clásicos del terror, la saga Terrifier ha tomado un lugar protagónico, estableciéndose como el “nuevo clásico” que reemplaza a las icónicas franquicias del género. Con el reciente estreno de Terrifier 3, la serie de películas ha demostrado que con un presupuesto modesto se pueden romper récords de taquilla y capturar la atención del público con el temible Art the Clown como su figura emblemática. En un guiño a los inicios de títulos como Psicosis y El Exorcista, Terrifier ha logrado cautivar al público con su enfoque crudo y polémico, alcanzando popularidad global a pesar de la falta de una gran inversión en marketing.
Desde su lanzamiento, Terrifier 3 ha recaudado catorce veces su presupuesto en su primera semana, alcanzando un estatus de culto que pocas franquicias de terror logran. Su éxito se debe en parte al boca a boca generado tras los informes de espectadores que se desmayaban en las proyecciones debido a la intensidad gráfica de la película. Este fenómeno recuerda a la reacción pública ante los estrenos de Psicosis de Alfred Hitchcock y El Exorcista de William Friedkin, dos clásicos que también causaron controversia y rechazo inicial, pero que eventualmente marcaron un hito en el cine.
El efecto viral y la popularidad de Terrifier prueban que, aunque el cine de terror ha evolucionado y exige cada vez más para impactar a las audiencias modernas, aún existen historias y personajes que pueden traspasar los límites del género.