El uso de metformina, un medicamento ampliamente utilizado para la diabetes tipo 2, no está asociado con un mayor riesgo de defectos congénitos cuando es consumido por hombres que planean concebir o por mujeres en las primeras etapas del embarazo, según revelan dos estudios recientes publicados en la revista Annals of Internal Medicine. Estas investigaciones ofrecen tranquilidad a futuros padres preocupados por los efectos de este fármaco.
Varios estudios previos habían sugerido una posible relación entre la metformina y un mayor riesgo de concebir bebés con defectos congénitos. Sin embargo, los nuevos estudios contradicen estas preocupaciones, brindando una visión más clara y tranquilizadora sobre el uso de este medicamento.
Investigaciones contradictorias y nuevos hallazgos
En 2022, un estudio alarmó al sugerir que los hombres que tomaban metformina en los tres meses anteriores a la concepción aumentaban un 40% el riesgo de que sus hijos nacieran con defectos congénitos. No obstante, los dos estudios recientes indican lo contrario, proporcionando “seguridad” a los futuros padres, según el Dr. Ran Rotem, investigador de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Rotem destacó que los riesgos observados en investigaciones anteriores podrían estar más relacionados con la propia diabetes y otras comorbilidades, en lugar de la medicación en sí. “Cuando pensamos en un medicamento, también tenemos que considerar las afecciones subyacentes para las cuales se prescribe”, explicó Rotem. La diabetes en sí es un factor delicado para la fertilidad y el desarrollo del feto.
Detalles del estudio sobre el uso paterno de metformina
En el estudio sobre el uso paterno de metformina, investigadores de Harvard y el Centro de Investigación e Innovación Kahn-Sagol-Maccabi de Israel analizaron los datos de casi 400.000 bebés nacidos en Israel entre 1999 y 2020. Los resultados mostraron que la prevalencia de defectos congénitos graves era del 4,7% en los hijos de padres no expuestos a medicamentos para la diabetes antes de la concepción, en comparación con el 6,2% en los hijos de padres que sí usaron metformina.
Sin embargo, ajustando los datos por factores como problemas de salud subyacentes del padre y condiciones de la madre, los investigadores no encontraron un mayor riesgo de defectos congénitos graves en los niños expuestos a metformina paterna.
Impacto del control de la diabetes en los resultados
Rotem señaló que los padres que tomaban metformina y otros medicamentos para la diabetes tendían a tener una diabetes peor controlada, lo que sugiere que el riesgo observado podría deberse más a un mal control de la enfermedad que al uso del medicamento en sí.
Estudio sobre el uso materno de metformina
El segundo estudio, que se enfocó en mujeres embarazadas, también mostró resultados tranquilizadores. Las mujeres que continuaron usando metformina y añadieron insulina como tratamiento en el primer trimestre mostraron un riesgo bajo de defectos congénitos en comparación con aquellas que solo usaron insulina.
El Dr. Yu-Han Chiu, autor principal del estudio, destacó que la combinación de metformina e insulina puede mejorar el control de la glucemia, lo que reduce el riesgo de defectos congénitos. “El mal control de la glucemia es un factor de riesgo de defectos congénitos”, subrayó Chiu.
Recomendaciones y perspectivas futuras
La Dra. Meleen Chuang, de NYU Langone, que no participó en los estudios, sugirió que no hay necesidad de cambiar la forma en que se prescribe la metformina para los padres que intentan concebir. Además, recomendó la pérdida de peso, la dieta y el ejercicio como parte del cuidado preconcepcional para ambos padres.
Los nuevos estudios contribuyen a aclarar el complejo panorama de los riesgos y beneficios del uso de metformina, sugiriendo que es una opción de tratamiento segura y eficaz para la diabetes tipo 2 en hombres y mujeres que planean concebir.
En resumen, estos hallazgos permiten a los futuros padres respirar con alivio, sabiendo que el uso de metformina no está asociado con un aumento significativo de defectos congénitos en sus hijos, y refuerzan la importancia de un buen control de la salud cardiometabólica en ambos miembros de la pareja.