El Gobierno argentino presenta un proyecto de ley que redefine los parámetros para acceder a la jubilación, generando un debate sobre el futuro de miles de trabajadores en el país. La propuesta, conocida como Ley Bases, será discutida en la Cámara de Diputados a partir del próximo lunes y contempla cambios significativos en el sistema previsional.
Uno de los aspectos centrales de esta nueva normativa es la derogación de la moratoria previsional, un instrumento que permitía a personas que no alcanzaron los 30 años de aportes jubilatorios acceder igualmente a una pensión. En su lugar, se establece la Prestación de Retiro Proporcional, destinada a quienes hayan cumplido 65 años pero no completaron los años de contribución requeridos.
Hasta ahora, la moratoria previsional beneficiaba a dos grupos principales: aquellos que habiendo alcanzado la edad jubilatoria no contaban con los años de aportes exigidos por la ley, y quienes, aún no llegando a la edad de jubilación, sabían que no alcanzarían los 30 años de contribución.
Bajo el sistema actual, las cuotas de la moratoria se ajustan en función de la remuneración mínima imponible, con un descuento del 29% de dicho valor en cada pago de haberes. Sin embargo, con la nueva propuesta, este mecanismo será reemplazado por la Prestación de Retiro Proporcional.
La Prestación de Retiro Proporcional establece que a partir de los 65 años, aquellos que no hayan completado sus aportes recibirán un haber mínimo equivalente a la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM), que representa el 80% de la jubilación mínima. Además, se prevé un adicional en función de los años de aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), con montos variables según cada caso.
Esta modificación genera preocupación entre diversos sectores, ya que se estima que la mayoría de las personas no podrán jubilarse a la edad tradicionalmente establecida. Según la abogada especializada en temas previsionales, Andrea Falcone, la derogación de la moratoria anticipada implicaría que la mayoría de las mujeres no podrán jubilarse a los 60 años, debiendo esperar hasta los 65 para acceder a una PUAM o un retiro proporcional. De manera similar, la informalidad laboral afecta a una gran cantidad de hombres, quienes también se verían afectados por esta medida.
Es importante destacar que estos cambios no entrarán en vigor hasta que la Ley Bases sea aprobada y se publiquen las reglamentaciones correspondientes. El debate en torno a esta propuesta promete ser intenso, ya que involucra el futuro económico y social de miles de ciudadanos argentinos.