La creciente presencia de la tecnología en la vida de los niños ha generado una preocupación constante entre los padres, quienes buscan equilibrar el uso de dispositivos con un desarrollo saludable. A pesar de los temores sobre los efectos negativos de la tecnología, existen alternativas que pueden convertirla en una herramienta educativa, permitiendo a los chicos jugar, aprender y, a la vez, mantenerse conectados de manera segura.
PREOCUPACIONES Y REALIDADES
La Fundación de Salud Mental para Niños en Estados Unidos destaca que el 50% de los padres considera que el tiempo excesivo frente a las pantallas es un desafío para la formación de conexiones positivas en sus hijos. Además, un 30% teme que las redes sociales puedan provocar acoso escolar, mientras que un 19% menciona la dificultad de sus hijos para integrarse socialmente debido a factores como la raza, la identidad de género o el nivel de ingresos.
El informe de Save the Children revela que el uso habitual de internet entre los niños comienza alrededor de los 11 años, pero casi un tercio de los chicos ya lo utiliza con regularidad antes de los 10. A medida que crecen, el tiempo que pasan conectados aumenta, llegando en promedio a cuatro horas diarias. Otro estudio indica que muchos niños inician su interacción con internet a partir de los 7 años, especialmente si tienen su propio celular.
LA IMPORTANCIA DE UN USO BALANCEADO
La tecnología no es inherentemente buena ni mala, pero el equilibrio en su uso es crucial. Según la psicóloga Ariana Hoet, es fundamental que los padres observen señales de advertencia si el uso de la tecnología comienza a afectar las conexiones sociales de sus hijos en el mundo real. La sensación de pertenencia que brindan los dispositivos puede ser positiva si se utiliza de manera responsable y supervisada.
DISPOSITIVOS QUE PUEDEN AYUDAR
Para los padres que buscan opciones tecnológicas útiles, existen varias alternativas que no solo entretienen, sino que también educan:
- Tablets: Con pantallas más grandes que un celular, las tablets permiten un mejor control parental. Son ideales para ver videos, escribir, dibujar y jugar, y vienen en una amplia gama de opciones que se adaptan a diferentes edades y presupuestos.
- Kits de robótica: Estos kits son excelentes para despertar el interés por la tecnología y la programación. A partir de los 10 años, los niños pueden armar robots o dispositivos domóticos, combinando el juego con el aprendizaje.
- Smartwatches para niños: Estos relojes permiten controlar la actividad física, escuchar música y hacer llamadas, todo con menos distracciones que un smartphone. Para los padres, ofrecen la ventaja de monitorear la ubicación de sus hijos.
- Juegos de mesa tecno: Algunos juegos tradicionales han evolucionado para integrar elementos digitales, ofreciendo una experiencia de juego interactiva que combina lo mejor del mundo físico y digital.
CONCLUSIÓN
El desafío para los padres no es desconectar completamente a sus hijos de la tecnología, sino encontrar un equilibrio que permita a los chicos aprovechar sus beneficios sin caer en la adicción. Con la orientación adecuada y la elección de dispositivos apropiados, la tecnología puede ser una aliada en el desarrollo educativo y social de los niños.