Murió Paul Alexander, el hombre que vivió 70 años adentro de un pulmón de acero

El mundo despide a un verdadero ejemplo de resiliencia y determinación. Paul Alexander, conocido como el “hombre del pulmón de acero”, dejó este mundo a la edad de 78 años el pasado martes. Su extraordinaria historia de vida inspiró a millones alrededor del globo.

Nacido en Texas, Estados Unidos, la vida de Alexander estuvo marcada por desafíos desde una edad temprana. Contrajo la poliomielitis a la tierna edad de 6 años, quedando paralizado del cuello para abajo. A pesar de esta adversidad, su espíritu indomable lo llevó a vivir más de 70 años dentro de un pulmón artificial, desafiando todas las expectativas médicas.

A lo largo de su vida, Alexander no se rindió ante la adversidad. Estudió, se graduó como abogado y publicó varios libros, incluyendo sus memorias que relatan su notable travesía: “Tres minutos para un perro: Mi vida en un pulmón de acero”.

Su historia conmovió a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Desde la Universidad Metodista del Sur de Dallas, donde conoció a Claire, hasta su convivencia con Kathy Gaines, quien fue su cuidadora durante décadas, Alexander tocó las vidas de aquellos que lo rodeaban con su espíritu inquebrantable.

A pesar de las dificultades, Alexander enfrentó cada día con valentía y determinación. “Hago lo mismo que todo el mundo. Me despierto, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me afeito, desayuno. Solo necesito un poco más de ayuda para hacerlo”, expresaba en una entrevista.

A finales de febrero, Alexander luchó contra el covid-19, siendo llevado de urgencia a la sala de emergencias. Su batalla finalmente llegó a su fin, dejando un legado imborrable en la historia de la humanidad.

Con su partida, Martha Lillard, una mujer de 75 años en Oklahoma, se convierte en la última persona sobreviviente en un pulmón de acero.

La historia de Paul Alexander seguirá inspirando a generaciones venideras, recordándonos que el espíritu humano es capaz de superar cualquier obstáculo.

Curiosidad relacionada: ¿Sabías que los pulmones de acero, inventados en la década de 1920, quedaron obsoletos con el desarrollo de la vacuna contra la polio y terapias respiratorias más modernas? Sin embargo, Alexander continuó viviendo en el suyo, adaptándose a su rutina y aceptando su situación.