Una buena técnica de cepillado puede marcar una diferencia clave no solo en la sonrisa, sino también en la salud general. Lejos de ser un gesto automático, esta práctica diaria es esencial para prevenir enfermedades bucales y sistémicas, especialmente en adultos mayores o personas con necesidades especiales.
🪥 Según Harvard Health Publishing, una técnica incorrecta puede derivar en acumulación de placa, sarro, caries y hasta afecciones más complejas. Por eso, adoptar una técnica adecuada y elegir correctamente el cepillo no es un detalle menor.
🧠 Desde Cleveland Clinic refuerzan que la salud bucal impacta directamente en el bienestar general, ya que las bacterias orales pueden llegar a afectar otros órganos y sistemas del cuerpo.
🔍 La técnica recomendada: colocar el cepillo en un ángulo de 45° respecto a la encía, hacer movimientos cortos, suaves y circulares, sin aplicar demasiada presión. No hay que olvidar la lengua, donde también se alojan bacterias que provocan mal aliento.
📅 ¿Cuánto y cuándo? Lo ideal es cepillarse dos veces por día durante dos minutos. Si consumís muchas comidas pequeñas, podrías necesitar hacerlo más veces. Si comiste algo ácido, lo mejor es enjuagarte con agua y esperar 20 o 30 minutos antes de cepillarte para proteger el esmalte.
🪥 En cuanto al cepillo, lo importante es la técnica. Tanto los manuales como los eléctricos son efectivos si se usan bien. Eso sí, las cerdas suaves son clave para no dañar las encías. Y no olvides reemplazar el cepillo cada tres o cuatro meses (o antes si se desgasta).
🧵 El hilo dental es un gran aliado. El cepillo no llega a todos los rincones, por eso limpiar entre los dientes una vez por día con hilo tradicional, portahilos o irrigador es fundamental.
🪣 Para completar, un buen enjuague bucal, una dieta baja en azúcar y visitas regulares al dentista cierran el combo ideal para una salud bucal duradera. En personas con dificultades, la técnica “decir-mostrar-hacer” puede ser clave para ganar confianza y mantener una rutina efectiva.
✨ La higiene oral no es solo una cuestión de estética: es una herramienta poderosa para prevenir enfermedades que van mucho más allá de la boca.