Javier Milei, en solo seis meses de su mandato, está marcando un precedente en la historia presidencial argentina al convertirse en el mandatario con más viajes al exterior desde el retorno a la democracia en 1983. Con ocho viajes internacionales en su haber, Milei se embarca en otra travesía, esta vez hacia Silicon Valley en Estados Unidos, donde tiene previsto reunirse con Mark Zuckerberg, dueño de Meta, y luego viajar a El Salvador para la asunción del nuevo mandato de Nayib Bukele.
Lo que resulta llamativo de estos viajes es que ninguno ha sido a países vecinos de la región, sino que Milei ha mostrado una marcada preferencia por Estados Unidos, con cinco viajes tanto pasados como futuros. Además, resulta curioso el amplio espectro de objetivos de estos viajes, que van desde asuntos religiosos hasta la recepción de premios de instituciones, sin que se hayan registrado encuentros con otros líderes internacionales.
Sin embargo, estos constantes viajes no han pasado desapercibidos para la sociedad argentina, que ha expresado su descontento ante los elevados costos que conllevan en medio de un contexto de profundo ajuste fiscal. Mientras el gobierno se embarca en recortes en rubros como jubilaciones, educación y salud, así como enfrenta una ola de despidos en oficinas públicas, las críticas hacia los costos de las giras del presidente ultraderechista han sido cada vez más fuertes.
Es importante destacar que estas críticas se acentúan aún más por la calificación de Meta como organización extremista en Rusia, con sus redes sociales prohibidas en dicho país, lo que añade un elemento de controversia a las actividades del presidente Milei en el extranjero.
Curiosidad Relacionada: A lo largo de la historia, varios líderes mundiales han sido objeto de polémica por sus frecuentes viajes internacionales, que a menudo generan debates sobre la eficacia y la justificación de tales desplazamientos en medio de las responsabilidades gubernamentales en el país de origen.