El entrenador de Boca Juniors, Miguel Ángel Russo, permanece internado en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires luego de que, durante un chequeo de rutina, se le diagnosticara una infección urinaria. Los médicos decidieron mantenerlo bajo control al menos 24 horas para administrarle medicación e hidratación por vía intravenosa.
El DT, de 69 años, había asistido normalmente al partido del domingo pasado ante Aldosivi en Mar del Plata, donde Boca se impuso 2-0. Sin embargo, en los últimos días fue notado “visiblemente cansado”, lo que motivó la repetición de estudios médicos. Tras confirmarse el cuadro, los especialistas le aplicaron antibióticos y recomendaron que permanezca internado en observación.
Desde su entorno familiar aseguraron que Russo “está bien” y que la decisión responde únicamente a precaución médica. Así lo informó el periodista de ESPN Emiliano Raddi, quien señaló que se busca garantizar el reposo y la correcta aplicación del tratamiento.
Russo había declarado en su última conferencia de prensa que, con el parate por la Fecha FIFA, Boca aprovecharía la semana para trabajar de cara al próximo compromiso: el 14 de septiembre frente a Rosario Central, club con el que el entrenador también está identificado. Luego, el Xeneize recibirá a Central Córdoba en la Bombonera el 21 y cerrará el mes visitando a Defensa y Justicia.
El entrenador atraviesa su tercer ciclo en Boca y ya lleva 11 partidos dirigidos en el semestre, con tres victorias consecutivas que le permitieron al equipo acomodarse en la tabla. A lo largo de su carrera, Russo ha enfrentado importantes desafíos de salud, como el cáncer de próstata detectado en 2017, que no le impidió seguir trabajando y hasta coronarse campeón con Millonarios de Colombia.
En entrevistas recientes, el DT destacó el apoyo de su familia y de los clubes que lo acompañaron en momentos difíciles. Su hijo Ignacio, delantero de Tigre, también salió a desmentir rumores sobre un posible agravamiento de su estado, remarcando la fortaleza y el profesionalismo de su padre.
Mientras tanto, Boca y el círculo íntimo del técnico se mantienen herméticos y esperan que la recuperación sea rápida, con la mira puesta en su continuidad al frente del equipo azul y oro.