A sus 27 años, Simone Biles ha logrado conquistar seis medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024, sumando estas a una vasta colección de preseas y reconocimientos obtenidos a lo largo de su exitosa carrera deportiva.
Simone Biles ha demostrado una fuerza, talento y personalidad arrolladores en cada etapa de su carrera. Durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tomó la difícil decisión de retirarse de la final por equipos y del all-around individual, priorizando su salud mental. Este momento marcó un antes y un después en su carrera, pero fue un obstáculo que logró superar, regresando con más fuerza para brillar en París 2024.
En Tokio, Biles sufrió de los llamados “twisties”, un fenómeno peligroso que hace que las gimnastas pierdan el sentido de la orientación mientras están en el aire. A raíz de esto, explicó con angustia: “Para cualquiera que diga que renuncié. No renuncié. Mi mente y mi cuerpo simplemente no están sincronizados”.
El doctor José Eduardo Abadi, psiquiatra y psicoanalista, describió la situación que vivió Biles en Tokio como un cuadro de pánico y ansiedad que genera una fobia significativa, llevando a una retracción y una inhibición importantes. Este tipo de cuadros pueden ser desencadenados por factores actuales que reactivan ansiedades anteriores, afectando incluso a los atletas más entrenados y preparados.
Simone Biles también expresó que el estrés acumulado a lo largo del tiempo fue el detonante que llevó a su cuerpo y mente a desconectarse. Esta presión la obligó a retirarse de la competencia para proteger su salud mental y física.
El doctor Jorge Rocco, especialista en psiquiatría del deporte, explicó que cualquier situación de estrés puede actuar como detonante de un bloqueo mental. En el caso de Biles, la combinación de su historial de abuso y las enormes exigencias del deporte fueron factores que contribuyeron a su crisis.
Después de su retirada en Tokio, Biles manifestó: “Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos”.
Robert Andrews, terapeuta de Simone Biles, explicó que el “estrés de diátesis” fue lo que llevó a la gimnasta a experimentar los bloqueos mentales que sufrió en Tokio. Este tipo de estrés ocurre cuando la acumulación de tensión alcanza un punto crítico, afectando la capacidad del cerebro para funcionar normalmente.
El documental “Simone Biles vuelve a volar”, recientemente estrenado en Netflix, ofrece una mirada profunda a las dificultades y éxitos de la estrella de la gimnasia artística desde los Juegos de Tokio 2020 hasta su retorno triunfal en los Juegos de París 2024. El filme revela cómo la gimnasta, que tuvo una infancia complicada y fue víctima de abuso sexual por parte del exmédico Larry Nassar, ha superado enormes adversidades para convertirse en un símbolo de resiliencia.
Durante su testimonio en la causa contra Nassar, Biles confesó sentirse “rota” y que, a pesar de intentar apagar esa voz interna, el trauma seguía presente. Sin embargo, su valentía al compartir su historia ha inspirado a muchas otras personas a hablar sobre sus propias experiencias.
La gimnasia artística es un deporte que no solo es físicamente exigente, sino que también presenta retos mentales significativos. En el documental, Biles comenta que el salto es tanto físico como mental, y que requiere una combinación de fuerza, potencia y conciencia espacial.
Para superar sus dificultades, Biles trabajó intensamente en su confianza y en la gestión de su ansiedad. Según el doctor Abadi, es crucial en estos casos apartar a la persona de la urgencia de la situación y fortalecer su estructura interna, de modo que la ansiedad pueda transformarse en una fuente de energía y motivación para futuras competencias.
Durante su preparación para los Juegos de París 2024, Biles contó con el apoyo de su equipo de entrenadores, su familia y su terapeuta Robert Andrews, quienes fueron claves para que pudiera superar sus desafíos personales y de salud mental.
Andrews destacó la importancia de reflejar la personalidad de los atletas en sus actuaciones y trabajó con Biles para que se sintiera empoderada y capaz de disfrutar de su deporte a pesar de las presiones externas.
En el documental, Biles comparte algunas de las técnicas psicológicas que ha utilizado, como las visualizaciones y el uso del color rojo, que le brinda tranquilidad y poder en la competencia.
Finalmente, Andrews resaltó la resiliencia de Biles, quien ha transformado la adversidad en una oportunidad para crecer y superar sus miedos. Su tatuaje con la frase “And still I rise” (“Y aún así me levanto”) es un testimonio de su fortaleza y determinación, tanto en el deporte como en la vida.