Malasia detiene y deporta a una empleada doméstica de Camboya por criticar a sus dirigentes en las redes sociales

Una trabajadora doméstica de Camboya, Nuon Toeun, fue deportada desde Malasia tras haber publicado comentarios críticos hacia los dirigentes del gobierno camboyano en las redes sociales. La mujer, de 36 años, fue detenida en Malasia a petición del gobierno de su país y trasladada a la prisión de Prey Sar en Phnom Penh, Camboya, donde enfrenta cargos graves relacionados con incitación al desorden social y discriminación.

La deportación ha desatado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, quienes denuncian la creciente tendencia entre los gobiernos del Sudeste Asiático de cooperar para silenciar la disidencia y detener a sus ciudadanos en el exilio. Grupos como Human Rights Watch y Freedom House han señalado que estas acciones son una violación flagrante del derecho internacional y representan un grave atentado contra los derechos humanos.

Nuon Toeun no es una figura política prominente ni una activista conocida, pero sus publicaciones en redes sociales la pusieron en el radar del gobierno de Camboya. En varios de sus mensajes, la mujer expresó su descontento con la gestión del primer ministro Hun Manet y su padre, el ex primer ministro Hun Sen, en temas sociales. En uno de sus últimos videos, difundido pocos días antes de su detención, Toeun manifestó su “rabia en nombre del pueblo que vive dentro de Camboya”.

Este caso se suma a una serie de detenciones de disidentes camboyanos en el exilio, en las que gobiernos de la región han facilitado la deportación de críticos hacia sus países de origen, donde son perseguidos bajo regímenes autoritarios. El Movimiento Jemer para la Democracia, una organización formada por líderes de la oposición en el exilio, condenó la expulsión de Toeun, calificándola de un “grave atentado contra los derechos humanos”.

A pesar de las crecientes restricciones en Camboya, muchos de los críticos del régimen han encontrado en las redes sociales una plataforma para alzar la voz, incluso a riesgo de enfrentar represalias.