El actor que alguna vez hizo reír y emocionar a millones con su papel icónico en Mi pobre angelito (Home Alone) enfrentó una dura caída cuando, el 17 de septiembre de 2004, fue arrestado en Oklahoma City por posesión de drogas. La noticia sorprendió al mundo, exponiendo los problemas personales y de adicciones que Macaulay Culkin arrastraba desde su temprana fama y los conflictos familiares que lo acompañaron desde su adolescencia.
Aquel joven que protagonizó una de las sagas más queridas de los años 90 se vio envuelto en un episodio que reveló la complejidad detrás de su éxito. Según la oficina del alguacil del condado, Culkin tenía en su poder marihuana y una cantidad considerable de medicamentos no recetados, como Xanax y Clonazepam, lo que llevó a su detención y a la imposición de una fianza de 4 mil dólares.
A los 24 años, la imagen sonriente que el actor ofrecía en la pantalla se transformó en una expresión de alguien sumido en sus propios excesos. En la foto de la comisaría, su rostro mostraba las marcas de una vida desordenada, y ese arresto fue el reflejo de una crisis que había comenzado mucho antes.
El peso de la fama y una familia rota
El origen de estos problemas puede rastrearse hasta la infancia de Macaulay. Nacido en una familia numerosa en Manhattan, compartió una pequeña vivienda con sus seis hermanos. El destino cambió cuando, a los 10 años, protagonizó Mi pobre angelito, una película que lo catapultó a la fama internacional. Sin embargo, el precio de ese éxito fue alto. Su padre, Kit Culkin, se convirtió en una figura abusiva y explotadora que, según sus propios hijos, solo se preocupaba por la fortuna que su hijo menor generaba.
La relación entre Kit y Macaulay fue tormentosa. A pesar de la insistencia del joven actor por tomarse un descanso, su padre lo obligó a trabajar en nueve películas en cinco años, con un ritmo extenuante que lo dejó agotado. A los 14 años, Macaulay tomó una decisión drástica: prohibió a sus padres el acceso a su fortuna y se emancipó, alejándose de los sets de filmación tras rodar Richie Rich en 1994.
Este conflicto familiar no solo significó el final de su carrera como actor en ese momento, sino también la ruptura definitiva con su padre. Tras el divorcio de sus progenitores en 1995, Kit Culkin desapareció de la vida de sus hijos, dejando una profunda herida emocional en Macaulay.
Rumores y adicciones
Tras su retiro de la actuación, la vida de Culkin fue objeto constante de rumores y especulaciones. Su detención en 2004 confirmó lo que muchos temían: el actor estaba inmerso en problemas de adicciones. A pesar de haber sido liberado bajo fianza, la imagen de Macaulay estaba seriamente afectada, y las especulaciones sobre su salud y consumo de sustancias como la heroína continuaron durante años.
En 2012, Culkin desmintió tajantemente los rumores sobre una supuesta adicción a la heroína, que algunos medios aseguraban le costaba miles de dólares al mes. “La gente puede preocuparse si me ve haciendo estupideces, pero jamás me he visto en la situación de gastar 6000 dólares al mes en heroína. Es solo sensacionalismo”, declaró en una entrevista con The Guardian.
A pesar de las dificultades, Culkin mantuvo la convicción de que cada experiencia, buena o mala, lo había ayudado a convertirse en la persona que es hoy. “Tuve que ser adulto cuando era muy niño, pero sin la madurez suficiente para comprender el mundo”, comentó en varias entrevistas, reflejando una vida marcada por la fama precoz y las consecuencias que ello tuvo.
Un nuevo capítulo: familia y nostalgia
Después de años de turbulencias, la vida de Macaulay Culkin tomó un giro positivo. En 2017, comenzó una relación con la actriz Brenda Song, con quien ha formado una familia y comparte la crianza de dos hijos. Su estabilidad emocional se reflejó en su retorno al mundo del entretenimiento, aunque esta vez con un enfoque diferente.
Desde 2023, Culkin se ha embarcado en un tour nostálgico por Estados Unidos, denominado Home Alone Tour, donde se proyecta el clásico filme que lo hizo famoso, seguido de una entrevista en vivo con el propio actor. El evento ha sido un éxito entre los fanáticos, quienes tienen la posibilidad de conocerlo en persona e incluso tomarse una foto con él, pagando un poco más por el ticket VIP.
En diciembre de 2023, Macaulay recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, un reconocimiento a su carrera y a la influencia que tuvo en toda una generación. En ese evento, compartió un emotivo momento con Catherine O’Hara, quien interpretó a su madre en Mi pobre angelito, demostrando que, a pesar de las sombras que marcaron su vida, Culkin ha logrado encontrar la felicidad y la paz.
Reflexiones de una vida intensa
Macaulay Culkin nunca ha ocultado los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su vida. A pesar de haber alcanzado el éxito a una edad tan temprana, su camino no ha sido fácil. Las luchas familiares, la presión de la fama y las adicciones marcaron su adolescencia y juventud. Sin embargo, su historia es también una de superación y resiliencia.
Hoy, a sus 44 años, Culkin se encuentra en una etapa de renacimiento personal y profesional. Mientras disfruta de la paternidad y sigue recibiendo el cariño de sus fanáticos en su tour, su vida es un recordatorio de que, a pesar de las caídas, siempre existe la posibilidad de levantarse y reconstruir el propio destino.
Curiosamente, a lo largo de su carrera, Macaulay nunca dejó de ser identificado con el niño travieso de Mi pobre angelito, algo que ha aceptado con humor y gratitud. Al final, es ese mismo personaje el que lo ha ayudado a reconectar con su audiencia y a volver a los escenarios, esta vez, en sus propios términos.