Un equipo internacional de científicos, liderado por Edmund Moody de la Universidad de Bristol, ha dado un nuevo impulso al estudio de los orígenes de la vida con su investigación sobre LUCA, el Último Ancestro Común Universal. Los hallazgos, publicados en la revista Nature Ecology & Evolution, revelan una imagen más detallada y compleja de este organismo que habitó nuestro planeta hace 4.200 millones de años, desafiando teorías previas sobre la evolución temprana.
¿QUIÉN FUE LUCA Y POR QUÉ ES TAN RELEVANTE?
LUCA no fue el primer ser vivo, pero sí un punto de inflexión en la historia de la vida. Este organismo unicelular, que poseía unas 2.600 proteínas y un sistema inmunológico rudimentario basado en genes CRISPR, marcó el inicio de la diversificación biológica en la Tierra. Adaptado a las duras condiciones de un planeta joven, su metabolismo utilizaba hidrógeno y dióxido de carbono como fuentes de energía, características que lo hacían capaz de sobrevivir en un entorno dominado por gases como metano y amoníaco.
UNA VIDA EN TIERRA PRIMITIVA
Los estudios sitúan a LUCA apenas 300 millones de años después de la formación de la Luna, lo que sugiere que la vida pudo surgir más rápidamente de lo que se pensaba. Sin embargo, esta cronología es objeto de debate. Científicos como Patrick Forterre, del Instituto Pasteur, sostienen que las temperaturas de la Tierra en aquel entonces podrían haber sido demasiado elevadas para permitir la existencia de LUCA.
Para reconstruir su genoma, los investigadores analizaron cerca de 10.000 familias de genes compartidos entre bacterias y arqueas, utilizando técnicas probabilísticas avanzadas que redujeron los sesgos de estudios previos. Esto permitió concluir que LUCA no era un organismo aislado, sino parte de un ecosistema microbiano diverso, con interacciones simbióticas y competitivas que fortalecieron su rol evolutivo.
IMPLICACIONES MÁS ALLÁ DE LA TIERRA
El estudio de LUCA no solo aporta datos sobre los orígenes de la vida terrestre, sino que también abre la puerta a explorar la posibilidad de vida en otros planetas. Si un organismo tan complejo prosperó en condiciones extremas, se incrementan las probabilidades de encontrar formas de vida en ambientes hostiles del universo, como los océanos subterráneos de Europa o las atmósferas de exoplanetas.
UN PUENTE ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO
El descubrimiento de LUCA destaca la impresionante capacidad de la vida para adaptarse y evolucionar frente a condiciones adversas. Su estudio no solo responde preguntas sobre nuestros orígenes, sino que inspira nuevas investigaciones sobre cómo la vida podría desarrollarse en otros rincones del cosmos.
Dato curioso: El sistema CRISPR de LUCA, utilizado para defenderse de ataques virales, es el precursor del revolucionario método de edición genética que hoy usamos en la medicina moderna. Un ejemplo de cómo el pasado más remoto de la biología impacta directamente en nuestro presente y futuro.