¿Los discos, otra vez en auge? Dillom, Taylor Swift, Billie Eilish y la vida después de la muerte

En un panorama musical donde los singles han dominado la escena, varias figuras destacadas optan por retornar a la creación de trabajos discográficos más extensos y cohesionados. ¿Se vislumbra el resurgimiento del formato que revolucionó la industria en los años sesenta?

Desde su lanzamiento de Folklore en 2020, Taylor Swift ha desafiado la norma al no promocionar sus álbumes con singles previos o adelantos individuales.

En una era donde las playlists reinan, la cantante estadounidense ha logrado distanciarse de la lógica imperante en las plataformas digitales. Aquella que sostiene que para los algoritmos, nada supera la publicación constante y fragmentada de material musical. Es decir, canciones sueltas en lugar de álbumes que intentan captar la atención del público durante más que unos pocos minutos.

El reciente lanzamiento de la cantautora, The Tortured Poets Department, siguió la misma estrategia y, a una semana de su debut sin anticipos, se ha convertido en el álbum más vendido de la década.

El caso de Swift es paradigmático, siendo una de las artistas más influyentes de la actualidad, aunque no es el único. Cada vez más artistas están optando por regresar al formato que ganó popularidad en los sesenta con obras maestras como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band o Pet Sounds.

“Detesto los singles de los álbumes. Cada vez que un artista que admiro lanza un single sin el contexto del álbum, ya tengo predisposición a odiarlo. Realmente no me gusta cuando las cosas están fuera de contexto”, expresó Billie Eilish a la revista Rolling Stone antes del lanzamiento de su tercer álbum, Hit Me Hard and Soft, previsto para el 17 de mayo.

Pero a nivel nacional, el reciente segundo álbum de Dillom, Por cesárea, es un caso que desafía la noción de que el formato de larga duración está en declive en un contexto de constantes estrenos musicales.

El pasado 25 de abril, cuando Dylan León Masa publicó por fin el esperado sucesor de Post Mortem, algo hizo clic. En un día donde miles de canciones y álbumes salen al mismo tiempo, Dillom optó por lanzar Por cesárea sin adelantos, desafiando así la dinámica habitual de lanzamientos semanales.

Esta decisión llamó la atención de sus seguidores y el éxito del disco confirmó que es posible desviarse de las tendencias si la calidad artística sostiene la propuesta.

En un contexto donde los singles y las canciones sueltas dominan la industria, el formato álbum vuelve a ser atractivo para generar una experiencia más completa para los oyentes. En paralelo, los recientes álbumes de Tini, Un mechón de pelo, y el experimento country de Beyoncé, Cowboy Carter, también confirman este resurgimiento de los proyectos completos en detrimento de las producciones fragmentadas.

El éxito instantáneo de Por cesárea no es casualidad. Es un indicio de que el consumo de música está experimentando cambios significativos y podría marcar el inicio de una nueva normalidad en la industria discográfica.