En el universo lúdico, el juego de mesa UNO se posiciona como un fenómeno global, siendo el deleite de amigos y familias de diversas partes del mundo. Este entretenimiento, que involucra un conjunto de cartas con números y colores, consagra como vencedor al jugador hábil que logra deshacerse de todas sus cartas, culminando con un vibrante grito de “¡UNO!” al presentarse la última oportunidad para vencer.
Sin embargo, la adaptabilidad del juego a las “reglas de la casa” ha desatado encendidas discusiones en redes sociales, llevando a la cuenta oficial del juego en X a esclarecer algunos puntos.
Una controversia recurrente se centra en el uso estratégico de las cartas +2 y +4, destinadas a hacer robar dos o cuatro cartas, respectivamente. Algunos jugadores, buscando ganar ventaja, plantean la posibilidad de contrarrestar estas cartas estratégicamente.
“Si anotas un +2… ¿puede la persona que tenía que robar 2, poner una tarjeta +2 y hacer que la siguiente persona saque 4?”, cuestiona un usuario.
Sin embargo, los creadores del juego han salido al frente para aclarar que esta táctica está fuera de las reglas originales. Según la cuenta oficial del juego UNO en X, las cartas +2 y +4 no pueden contrarrestarse, obligando al afectado a cumplir con la penalización indicada.
“Los rumores son ciertos. No puedes oficialmente apilar un +2 sobre un +2”, advierte de manera categórica la cuenta oficial del juego.
Además, se subraya que al jugar un +4, el siguiente jugador debe acatar la orden de robar esas cartas y perder su turno, despejando así cualquier duda sobre estrategias que desafíen las normativas establecidas.
Este episodio en las redes sociales resalta la pasión y el compromiso de los fanáticos de UNO, quienes, a pesar de las “reglas de la casa”, buscan claridad en las normas oficiales del juego que ha dejado una huella imborrable en las mesas de juego alrededor del mundo.
CURIOSIDAD AL AZAR: En 1971, un jugador de UNO logró ganar una partida con una sola carta en la mano, estableciendo un récord que aún se celebra entre los amantes del juego como un acto de destreza sin igual.