El capitán de la selección argentina, Lionel Messi, fue uno de los protagonistas destacados del America Business Forum, evento que se desarrolla en el Kaseya Center de Miami y reúne a figuras de la política, el deporte y las finanzas internacionales. La jornada contó con la participación de personalidades como Donald Trump, Javier Milei y María Corina Machado, y tuvo al astro rosarino como una de las figuras más esperadas.
Durante una charla con el alcalde de Miami, Francis Suárez, Messi reflexionó sobre su carrera, su rol como inspiración para los jóvenes y su faceta como empresario. “Tuve una carrera deportiva muy larga y siempre tuve gente de confianza a mi alrededor, pero en el último tiempo me interesé más en lo que se puede hacer. El fútbol tiene fecha de caducidad, y quiero aprender sobre el mundo empresarial”, expresó.
Messi, que actualmente juega en el Inter Miami, ha invertido en diferentes proyectos: desde una cadena hotelera y una marca de bebida isotónica hasta una casa de milanesas que desembarcó en Florida. “El empresariado me gusta, quiero seguir aprendiendo. Siempre me dediqué al 100% al fútbol, pero sé que se viene otro mundo”, sostuvo.
Vestido con un traje gris y camisa blanca, fue recibido con una ovación que recordó a las noches de gloria en la cancha. “Dios me regaló un don y desde chico hice mucho sacrificio para fortalecerlo. Hay que hacer un esfuerzo muy grande para ser profesional”, aseguró, en una de las frases más celebradas del encuentro.
El momento más emotivo llegó cuando habló sobre la conquista del Mundial de Qatar 2022. “Explicar lo que sentí es difícil. Ganar el Mundial es lo máximo. Fue cerrar mi carrera con ese trofeo”, dijo, y comparó la emoción con el nacimiento de sus hijos: “Es una sensación tan grande que todo lo que se diga queda corto”.
Messi también destacó el valor de las derrotas en su camino. “Siempre intenté sacar cosas positivas. En el deporte se gana y se pierde. En los fracasos, las personas que te quieren de verdad son fundamentales”, confesó.
Hoy, el jugador de 38 años disfruta de un equilibrio entre la competencia y la familia. “Disfruto acompañar a mis hijos a los entrenamientos y pasar más tiempo con Antonela. Los chicos son apasionados, están todo el día con la pelota”, contó.
El encuentro culminó con un reconocimiento especial: Francis Suárez le entregó la llave de la ciudad de Miami, símbolo del impacto que el futbolista tuvo desde su llegada al Inter Miami. “El fútbol en Estados Unidos creció muchísimo. Los estadios están llenos y las ciudades apoyan a sus equipos. Es un orgullo ser parte de eso”, concluyó.
