Las mujeres solteras utilizan más las apps de citas que los hombres

Datos recientes de usuarios de una plataforma de citas extraconyugales han revelado que las mujeres solteras lideran la búsqueda de aventuras sin compromisos, superando a los hombres.

Con un 16% de mujeres solteras en comparación con el 10% de hombres solteros en Colombia, Gleeden sostiene que las mujeres colombianas están utilizando más activamente las plataformas de aventuras, especialmente cuando no hay una relación formal en juego. El énfasis de estas mujeres en experiencias esporádicas sin compromiso redefine las expectativas tradicionales de las relaciones amorosas.

Un análisis más detallado reveló que casi la mitad de las usuarias tienen entre 19 y 40 años. En contraste, la mayoría de los hombres solteros en la plataforma caen en la franja de 18 a 35 años, representando un 35% en comparación con el 23% de las mujeres. La edad de 41 a 50 años emerge como una tercer sector importante, tanto para mujeres (18%) como para hombres (22%).

Este cambio en las tendencias desafía estereotipos arraigados, como el de la “solterona”. A nivel global, estudios indican que la felicidad no está intrínsecamente ligada al matrimonio. De hecho, la alegría asociada al matrimonio es temporal, vinculada exclusivamente al día de la boda y las semanas que le siguen.

Aplicaciones de citas están perdiendo su encanto para la Generación Z

En Reddit, recientemente se desató un debate entre usuarios donde criticaban algunas funciones de Bumble sobre el límite de las 24 horas y de la abundancia, según ellos, de “estafadores y psicópatas”.

Un internauta preguntó “si Bumble es la peor aplicación de citas, ¿cuál es la mejor alternativa: TinderHinge?”. “Todos apestan, ¿cuál apesta menos?”, concluyó.

Esta inconformidad que han demostrado los jóvenes por las aplicaciones de citas en Reddit es reflejo de un estudio reciente realizado por Axios y la firma de investigación Generation Lab, en el que se halló que las personas pertenecientes a la Generación Z (nacidos entre mediados de los 90 y la primera década de los 2000) están prefiriendo conocer a sus parejas en persona y no a través de medios virtuales.

La mayoría está renunciando al uso regular de aplicaciones (79 por ciento) en favor de la conexión en persona, un hecho que parece estar en desacuerdo con el don innato de la Generación Z para la expresión virtual en plataformas como Snapchat y Twitch.

El estudio revela una tendencia inesperada entre los estudiantes universitarios al alejarse de la conexión digital, un fenómeno menos sorprendente de lo que se piensa, según Paul Eastwick, psicólogo de la Universidad de California y experto en atracción humana.

Eastwick explica que los estudiantes se encuentran en un ambiente privilegiado, donde están “rodeados de muchos compañeros de edades similares” y donde “sus redes sociales están en constante cambio”.

Diferencia esta situación con aquellos cuyas redes sociales “se sienten congeladas” y que disponen de menos ocasiones para socializar, para quienes las plataformas de citas en línea son particularmente beneficiosas. “Así que tiene sentido”, concluye.

El negocio de las citas en línea se ha convertido en una industria que genera miles de millones de dólares. Entre los años 2016 2021, se registró un incremento del 81% en las tarifas de suscripción a las aplicaciones de citas a nivel mundial.

A pesar de que el mercado muestra señales de saturación y se observa una ralentización en el incremento de usuarios, los analistas anticipan que las compañías se enfocarán en estrategias de monetización diversas. Esta tendencia podría empeorar la percepción sobre la calidad de la experiencia de usuario, que muchos ya consideran insatisfactoria.

El techlash, o reacción adversa hacia la tecnología avanzada, surge como una consecuencia de la influencia ejercida por las aplicaciones de citas en la última década.

Según expresa Carolina Bandinelli, profesora de la Universidad de Warwick, esta nueva era digital se inclina progresivamente hacia una etapa que denomina amor posromántico, caracterizado por una redefinición de los valores afectivos.

Fuente: Infobae