Lo hacemos todos los días desde que nacemos. Le dedicamos cuatro, cinco, seis y hasta diez horas diarias. Dormir, claro está, es un elemento central en el cuidado de la salud personal. Pero, ¿cómo dormimos los argentinos y argentinas? Sabemos de qué hablamos cuando hablamos de la cantidad de horas dedicadas a esta tarea: se reconoce al apagar el despertador cada mañana. Sin embargo, ¿qué sucede con la calidad? ¿Se duerme bien en Argentina?
Según la última Encuesta Nacional de Uso del Tiempo publicada por el Indec este martes, los argentinos duermen un promedio de 8,27 horas por día. Se trata de casi media hora más que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere para los adultos un descanso de entre siete y ocho horas. Sin embargo, otros estudios privados, como el del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), ponen el promedio una hora más abajo.
¿Cuántas horas hay que dormir?
Consultado por Página/12, el investigador del Conicet, docente de la UCA y doctor en Ciencias Fisiológicas especialista en sueño, Daniel Vigo, explicó que el tiempo de sueño recomendado para los adultos es de entre siete y ocho horas, aunque para los jóvenes y adolescentes el número es más elevado, mientras que para los adultos mayores es más bajo.
“Menos de seis horas ya no es saludable para nadie”, explicó Vigo, quien señaló que las consecuencias de mantener este tiempo de sueño durante un largo período puede aumentar el riesgo a padecer ciertas enfermedades cardiovasculares, oncológicas, metabólicas y en general patologías crónicas.
Pero los problemas con el sueño no siempre están asociados a dormir poco. Hay quienes duermen más de lo recomendado y eso tampoco es bueno para el cuerpo humano. “Depende cuánto tiempo de más se duerma puede traer consecuencias negativas. Si es un poco de más, no. Si es un poco más de 8 horas y media hay que ver por qué sucede. Puede que se asocie con episodios depresivos. Se podría investigar por ese lado”, estimó Vigo.
Dormir mucho: cantidad no es lo mismo que calidad
La cantidad de horas que se duerme es un dato concreto, verificable y que tiene mucho que ver con el cuidado personal. Pero no es lo único. Cuando se habla de sueño, cantidad y calidad no son lo mismo. Puede pasar que se duerma una cantidad de horas recomendada, pero con una calidad muy mala, que haga que el descanso, en el fondo, sea muy bajo.
Según Vigo, las causas más frecuentes del sueño de mala calidad se asocian con el insomnio: cuando una persona no puede conciliar el sueño, cuando se despierta durante la noche o se levanta antes de lo que quisiera. Y que tiene su causa principal en cuestiones psicológicas de estrés.
Otra de las patologías complejas durante el sueño tiene que ver con la apnea —ciclos en los que la respiración se detiene, identificables porque suelen estar acompañadas por un ruido cuando se retoma— que afecta los ciclos nocturnos y que, según Vigo, “condiciona una mala calidad de sueño”.
“También hay un gran aspecto que tiene que ver con el trabajo excesivo y en turnos rotativos y nocturnos. Esto se asocia muchas veces con mala calidad de sueño”, añadió el especialista.
¿El sueño se recupera?
Vigo, además, puso fin al mito de que el sueño no se recupera. Es decir, que tras no dormir las ocho horas recomendadas por varios días, no sirve acostarse 10 horas seguidas para reponer la energía perdida.
“Si dejás a un grupo de personas y las privás del sueño y después de una semana les decís que pueden dormir lo que quieran, se ve que el primer día duermen dos horas más que lo habitual, el segundo día una hora más y después empiezan a dormir lo habitual que son las ocho horas”, comentó el especialista.
Por lo que, dijo, “esa persona privada del sueño recuperó una hora y media nada más”. “El sueño no se recupera salvo esa hora y media, que es lo que podría recuperar el fin de semana. El fin de semana sí podría recuperar esa hora de sueño. Es bueno usarlo para pagar esa deuda”, añadió.
¿Cuánto tiempo se debe dormir la siesta perfecta?
Hay quienes dicen que la siesta no debe superar nunca los 40 minutos. Otros sugieren que no puede pasar los 25. También hay quienes plantean que debe ser de más de una hora para conciliar el sueño profundo. Los mitos alrededor de la duración de la siesta perfecta también son un tema sobre el que se habla mucho y hay poco consenso.
Para Vigo, este tema no acepta generalidades y hay que revisar cada caso de forma individual. Por eso, consideró fundamental que todos aquellos que tienen una rutina de pocas horas de sueño, por trabajos con horarios excesivos o nocturnos, consulten con un especialista. Este puede ser un médico clínico generalista o algún neurólogo o psiquiatra especializado en sueño.
“Se dice, en líneas generales, que no le cabe a todo el mundo, que si la persona duerme la cantidad de horas que tiene que dormir a la noche, la siesta debería ser corta, de menos de 40 minutos y antes de las 16. Si la persona duerme 4 horas por noche, está bueno recuperar ese sueño y una siesta más larga podría ser de utilidad”, dijo.
Higiene del sueño: cinco tips para dormir mejor
- Se debe aprovechar el tiempo de sueño y no reemplazarlo por otras actividades como ver televisión o interactuar con las redes sociales.
- Dormir en un lugar sin ruidos, con una temperatura confortable y oscuro.
- No llevar a la cama computadoras, celulares, tablets o comida: la cama es para dormir.
- Tener rutinas de sueño: dormir a la misma hora ayuda a la calidad del sueño.
- Evitar actividades físicas intensas y comidas abundantes antes de dormir.