La soledad en Nochebuena y Navidad: cómo afecta y qué hacer para afrontarla

Por qué la soledad se siente más fuerte en Navidad y Año Nuevo, según especialistas
Con la llegada de las Fiestas de fin de año, muchas personas se enfrentan a una decisión sensible: con quién pasar Nochebuena y Año Nuevo. Mientras algunos logran reunirse con familiares o afectos, otros atraviesan estas fechas en soledad, una experiencia que puede intensificar la tristeza y afectar el estado de ánimo.
Lejos de ser un fenómeno aislado, la soledad no deseada suele hacerse más visible y dolorosa en esta época, atravesada por fuertes expectativas sociales, balances personales y rituales cargados de simbolismo.
🧠 La fantasía de la felicidad obligatoria
Patricia O’Donnell, psiquiatra y psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), explicó que el clima festivo instala la fantasía de que todo debería ser alegría, unión y felicidad, una idea reforzada por películas, publicidades y tradiciones culturales.
“Dos clásicos lo muestran con claridad: A Christmas Carol, de Charles Dickens, y El Grinch. En ambos casos, la Navidad se vuelve insoportable porque reactiva carencias profundas: amor, pertenencia, vínculos, así como viejos sufrimientos, abandono y soledad”, señaló.
Según la especialista, la imagen de una Navidad idealizada puede despertar sentimientos negativos, comparaciones dolorosas y una mayor sensación de aislamiento.
💬 La soledad no es solo estar solo
Gabriela Martínez Castro (MN 18627), licenciada en Psicología y directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), afirmó que la soledad se percibe con mayor intensidad en estas fechas por una combinación de factores emocionales, sociales y simbólicos.
“No se trata de una sensibilidad exagerada, sino de una reacción humana común. Las Fiestas vienen cargadas de mensajes sobre familias unidas, mesas compartidas y felicidad. Cuando la realidad personal no coincide con ese ideal, el contraste duele más”, explicó.
Ambas especialistas subrayaron que la soledad no es solo la ausencia de compañía, sino la falta de conexión genuina, de sentirse visto, elegido o comprendido. Por eso, muchas personas pueden sentirse profundamente solas incluso rodeadas de gente.
🕯️ Rituales que hacen visible la ausencia
Uno de los factores que intensifican la tristeza en las Fiestas es la fuerza de los rituales. “La mesa, el brindis o el saludo de medianoche hacen tangible la ausencia de quienes ya no están por fallecimientos, separaciones o distancias”, indicó Martínez Castro. La falta se vuelve concreta y emocionalmente pesada.
A esto se suma el balance de fin de año, que muchas veces trae pensamientos sobre lo que no se logró, los vínculos que no prosperaron o las pérdidas acumuladas. En un contexto de pausa y silencio, emociones postergadas como la soledad emergen con más fuerza.
⚠️ El mandato de estar bien
Otro elemento que agrava la experiencia es la presión social por mostrarse feliz. “Existe un mandato implícito de agradecer y estar bien solo porque es Navidad o Año Nuevo. Cuando esa emoción no aparece, surgen la culpa y la vergüenza, que profundizan la soledad”, explicó Martínez Castro.
O’Donnell agregó que, aunque la soledad forma parte de la condición humana, en ciertos momentos puede generar un sufrimiento intenso. “El encuentro humano es irremplazable. Fortalecer la amistad y los lazos elegidos puede interrumpir el aislamiento y brindar alivio”, señaló.
🌱 Cómo atravesar la soledad en las Fiestas
Las especialistas coincidieron en que no hay una única forma correcta de pasar las Fiestas y ofrecieron algunas recomendaciones:
No exigirse felicidad ni cumplir rituales ajenos. Permitirse sentir lo que uno siente, sin forzarse, ya es un alivio.
Redefinir los rituales. Crear uno propio —una comida especial, encender una vela, escribir una carta— puede volver la fecha habitable.
Conectar en pequeño. Un mensaje sincero, una videollamada breve o compartir algo simple puede marcar la diferencia.
Apelar al arte y la cultura. Música, lectura, poesía o actividades creativas funcionan como refugio emocional.
Cuidar el diálogo interno. Reemplazar el “algo está mal en mí” por “estoy atravesando un momento” reduce la soledad interna.
Buscar actividades con sentido. Ayudar, cuidar, escribir o acompañar a una mascota puede aportar calma y propósito.
Cambiar de entorno. Viajar o vivir experiencias distintas puede generar transformaciones internas y emocionales.
✨ Un mensaje final de esperanza
O’Donnell compartió una imagen que resume el espíritu de estas fechas: “El mejor árbol de Navidad que vi estaba armado con residuos, al lado de un contenedor. Un triunfo de la belleza más allá de las posibilidades materiales. Esperanza de una mirada que otorgue valor y existencia para todos”.
Martínez Castro concluyó: “Sentirse solo no define el valor de una persona ni anticipa el futuro. Muchas personas están atravesando lo mismo, pero en silencio”.