La música como medicina: Joni Mitchell y el poder terapéutico de las melodías

En 2015, Joni Mitchell, la legendaria cantautora, enfrentó uno de los desafíos más difíciles de su vida tras sufrir un accidente cerebrovascular que la dejó sin poder caminar ni hablar. Los pronósticos médicos eran desalentadores, pero una terapia poco convencional basada en la música le devolvió una parte esencial de sí misma, según informa The Guardian Weekly.

La intervención de la música
El cambio comenzó cuando las enfermeras notaron cómo Mitchell se animaba al escuchar canciones. Daniel Levitin, músico, neurocientífico y amigo cercano, diseñó un programa de terapia musical personalizado para ella. Levitin utilizó una selección de canciones significativas para Mitchell, compiladas años antes, que incluían piezas de Debussy, Marvin Gaye y Leonard Cohen.

La música no solo proporcionó consuelo, sino que también ayudó a Mitchell a reconectar con su identidad, un factor crucial para su recuperación. Canciones como River: The Joni Letters de Herbie Hancock y Our House, escrita por su expareja Graham Nash, evocaron recuerdos y emociones que estimularon su motivación para seguir los protocolos terapéuticos.

El progreso y el vínculo entre la música y la memoria
Aunque la recuperación fue lenta, momentos significativos marcaron el avance. Un año después del derrame, Mitchell logró caminar por sí sola hasta un gabinete para buscar un jarrón que evocaba recuerdos de su vida en Laurel Canyon. Este pequeño gesto simbolizó el impacto de la música en la memoria y la identidad.

La visión de Daniel Levitin
Levitin, autor de This Is Your Brain on Music y Music As Medicine, es pionero en el estudio de la neurociencia musical. Su investigación ha demostrado cómo la música puede influir en funciones cerebrales fundamentales, aliviar el dolor, mejorar la movilidad en pacientes con Parkinson y desbloquear recuerdos en personas con demencia avanzada.

Según Levitin, la música también actúa como un lenguaje emocional que valida sentimientos y promueve la sanación, incluso a través de canciones tristes que liberan hormonas calmantes como la prolactina.

El poder transformador de la música
La historia de Joni Mitchell es un testimonio conmovedor del impacto terapéutico de la música. Hoy, con 81 años, Mitchell representa la resiliencia y la capacidad de las melodías para sanar y recordarnos quiénes somos.

En un mundo cada vez más tecnificado, esta experiencia destaca la importancia de mantener una conexión con el arte y las emociones humanas, reafirmando el poder de la música como medicina para el cuerpo y el alma.