📱 Con solo 23 años, Chiara Dell’Abate —más conocida como Aydin Mod— se convirtió en un fenómeno viral al documentar en redes sociales su radical transformación física: más de 30 intervenciones quirúrgicas y modificaciones extremas con un objetivo singular y audaz —convertirse en una “gata humana zombi”—.
👑 “Me considero una reina del horror corporal”, afirmó sin titubeos en una entrevista reciente. Y basta con ver sus videos en TikTok —donde supera los 300.000 seguidores— para entender por qué. Aydin no solo rompió con los estándares tradicionales de belleza, los hizo trizas con una estética que abraza lo macabro y lo felino.
🔪 Entre las intervenciones más impactantes, se destacan: bifurcación de la lengua, eliminación de nariz y ombligo, tatuajes oculares, orejas puntiagudas, implantes de cuernos, y más de 70 perforaciones. También se quitó los pezones y se tatuó patrones de pelaje animal en todo el cuerpo. Todo esto, según ella, como una forma de explorar los límites del cuerpo humano.
😼 “Siempre me han encantado los gatos, y creo que me veré realmente feroz con estas modificaciones”, explicó. Su identidad felina no fue una elección arbitraria: muchas personas comenzaron a decirle que tenía apariencia de gato, y ella decidió llevar esa idea al extremo.
🧠 Pero detrás de la piel modificada y la apariencia provocadora, hay una filosofía de vida: el cuerpo es transitorio, moldeable, y cada cambio es una expresión de libertad. “Nada es permanente porque todos vamos a morir”, sentenció. Para ella, las amputaciones no son mutilaciones, sino parte natural del proceso estético y existencial que eligió.
📸 Uno de sus videos más virales, en el que muestra cómo pasa su lengua bifurcada por dos orificios faciales, suma más de 67 millones de visualizaciones. Su frase de cabecera en redes es un guiño desafiante: “Moléstame para que me haga más famosa”.
👥 Las reacciones no se hicieron esperar. Mientras unos la aplauden por su valentía y autenticidad, otros la acusan de promover un “culto al cuerpo extremo”. Aydin, sin embargo, parece blindada ante las críticas: “La única persona a la que tengo que complacer soy yo misma”, responde con firmeza.
🐾 En su vida cotidiana asegura que no tiene problemas para relacionarse, incluso con personas de estilos de vida muy distintos. Y usa el humor como armadura: “Decidí que parecer un gato callejero zombi me queda mejor, porque me siento un poco muerta por dentro”, escribió tras una de sus últimas cirugías.