Desde los primeros recuerdos de su infancia en Paraná, el destino de Marianela Gariboglio estaba predestinado a las carreteras. En el bullicio de su hogar, donde el ruido de los motores resonaba como una sinfonía familiar, Marianela se enamoró del mundo de los camiones. Recuerda con cariño cómo su padre regresaba a casa tras largos viajes, y ella, apenas una niña, jugaba con pequeños camiones de juguete, simulando los mismos viajes que su progenitor realizaba en la vida real.
A los 12 años, Marianela dio un paso audaz: aprendió a manejar un camión antes que un automóvil, guiada por la sabiduría de su padre. Desde entonces, su vida se entrelazó con las carreteras argentinas, convirtiéndose en una experta conductora de vehículos de carga. Su pasión por el transporte de mercancías la llevó a recorrer miles de kilómetros, cada uno de los cuales atesora historias únicas y memorables.
Pero su camino hacia la profesión de camionera no fue fácil. Marianela tuvo que esperar hasta los 21 años para obtener su registro profesional y lanzarse a la ruta por cuenta propia. Antes de eso, acompañaba a su padre siempre que podía, absorbiendo cada consejo y enseñanza sobre la vida en la carretera. Para ella, su padre era una figura venerada, el “Dios del camión”, cuya experiencia y sabiduría guiaron sus primeros pasos en el mundo del transporte de carga.
Con el tiempo, Marianela encontró su propio camino, adquiriendo su propio camión y bautizándolo con el nombre de “Cherry”. Este vehículo, rescatado del olvido y restaurado con esmero, se convirtió en su fiel compañero de viaje. La cabina de Cherry se convirtió en su hogar lejos de casa, un refugio donde encontraba paz y tranquilidad en medio de la vastedad de la carretera.
Pero Marianela no solo es una camionera consumada; también es una figura destacada en las redes sociales. A través de plataformas como TikTok, comparte con el mundo la intimidad de su vida en la carretera, desde lavar a Cherry hasta disfrutar de las noches estrelladas en la cabina. Sus videos, algunos de los cuales acumulan millones de reproducciones, la han convertido en una sensación en línea, desafiando estereotipos y mostrando el rostro humano detrás del volante.
Fuera de la carretera, Marianela también es una emprendedora. Inspirada en la tradición familiar de los camioneros, lanzó su propia línea de ropa bajo el nombre de “Tránsito Pesado”, ofreciendo prendas cómodas y funcionales tanto para los largos viajes como para la vida cotidiana. Este emprendimiento refleja su profundo vínculo con el mundo del transporte de carga y su deseo de compartir esa pasión con los demás.
En resumen, la historia de Marianela Gariboglio es mucho más que la de una simple camionera. Es un testimonio de determinación, valentía y amor por la libertad que solo se encuentra en las vastas extensiones de la carretera. Su viaje, lleno de altibajos y experiencias inolvidables, es una inspiración para todos aquellos que sueñan con recorrer nuevos horizontes y seguir el llamado de la aventura.