El freno a la suba de tarifas colaboró con la marcada desaceleración, pero, como el dólar libre, el precio de los alimentos se despertó en las últimas semanas. Los riesgos que ven las consultoras.
Para mayo, el consenso de las consultoras pronostica una inflación entre 4,4% y 4,6%, un dato inimaginable en el verano. Las mediciones y proyecciones privadas arrojaron para mayo un resultado homogéneo y hacen prever que el próximo jueves 13 de junio el Indec informaría un nivel de inflación de casi la mitad que en abril cuando se ubicó en 8,8% y casi la tercera parte de la que heredó el Gobierno (12,8% en noviembre).
Este registro marca un hito para el Gobierno: en cuatro meses logró bajar la inflación a un dígito tras una fuerte corrección de precios relativos, iniciada con un salto cambiario mayúsculo y aún no finalizada, y desregulación de precios y tarifas.
Apenas un mes después, se marcaría un nuevo mojón: no sólo la inflación se ubicaría en un dígito, sino en un dígito bajo. Para mayo, el consenso de las consultoras pronostica una inflación entre 4,4% y 4,6%, un dato inimaginable en el verano. De confirmarse, se tratará del menor índice en más de dos años ya que hay que remontarse a febrero de 2022 para encontrar un índice por debajo del 5% mensual.
La inflación núcleo y las señales de alerta
La inflación núcleo, es decir, la que no toma precios regulados ni estacionales, se ubicaría en niveles no vistos desde la pandemia de 2020, según destacó el economista Camilo Tiscornia, de C&T Consultores. Sin embargo, este logro se alcanza con “alguna trampa” y una señal de alerta: si bien la fuerte desaceleración de la inflación es inapelable, el dólar no fue el único precio que se despertó en las últimas semanas.
También los alimentos registraron subas algo mayores desde la tercera semana de mayo y los analistas comienzan a observar la “resistencia” a quebrar un avance de 1% semanal. Alberto Cavallo, hijo del ex ministro Domingo Cavallo y creador de la plataforma PriceStats, advirtió que tras el pico inflacionario post devaluación, la suba de precios se desaceleró semana a semana para entrar en las últimas de mayo en una meseta, siempre en un nivel claramente inferior al del mes previo.
Las señales de alerta
Algunos economistas advierten que la baja de la inflación de mayo fue forzada o reprimida, por la decisión de postergar aumentos de tarifas. Esta política de atraso tarifario podría ejercer presión sobre el índice general de precios nuevamente. La dramática caída del consumo fue el principal freno a subas más fuertes, pero a medida que los salarios empiezan a recuperar terreno y el dólar oficial sigue avanzando lentamente, hay quienes advierten que probablemente la inflación haya llegado a su piso hasta nuevo aviso.
Curiosidad: 📊 En la historia reciente de Argentina, uno de los períodos con mayor inflación fue durante la crisis de 1989, cuando se registraron picos de hiperinflación que llegaron a superar el 3000% anual. Comparativamente, el esfuerzo por mantener la inflación en un solo dígito, aunque sea temporal, es un logro significativo.