La era del cansancio social

Agotamiento emocional, vínculos frágiles y el auge de la soledad elegida

Vivimos conectados, pero nos sentimos cada vez más lejos. En plena era de la hiperproductividad y la hiperconexión, se instala un fenómeno silencioso que impacta directamente en nuestras relaciones personales: el cansancio social.

Ya no se trata solo del estrés laboral o del agotamiento físico. Muchas personas —en especial jóvenes adultos— sienten un peso emocional al pensar en planes, sostener charlas o simplemente responder un mensaje. Y no es pereza: es saturación emocional.

El síndrome de “no doy más”

Estar para todo y para todos se volvió insostenible. La pandemia aceleró una toma de conciencia: la necesidad de establecer límites claros, incluso en los vínculos más cercanos. Hoy, cancelar salidas o demorar respuestas no siempre es señal de desinterés, sino una forma de autocuidado.

La psicóloga clínica Marisa Franco, autora de Platonic, explica que “el descanso social es tan necesario como el descanso físico”. Estar expuestos constantemente a la opinión de los demás —sobre todo en redes— genera una sobrecarga mental difícil de sostener. Y eso se refleja en nuestras relaciones.

La amistad también se repiensa

Cada vez más personas priorizan la calidad por sobre la cantidad. En lugar de grupos grandes o planes que no terminan de entusiasmar, se eligen vínculos más íntimos, silencios cómodos y encuentros sin exigencias. Un estudio de la Universidad de Oxford reveló que los círculos de confianza se achicaron un 35% en los últimos cinco años.

Al mismo tiempo, crecen prácticas como el ghosting emocional: estar, pero sin energía para sostener. El clásico “te quiero, pero no tengo batería para verte”. Aunque duela, es parte de un fenómeno global que pide reconfigurar cómo nos vinculamos.

Elegir la soledad sin culpa

El auge del quiet quitting social —una especie de renuncia silenciosa a los planes sociales que ya no nos nutren— tiene su contracara positiva: el disfrute de la soledad sin culpa. Meditar, leer, ir al cine o salir a caminar sin compañía ya no se ven como actos tristes, sino como formas de reconexión con uno mismo.

📱 Incluso TikTok se llenó de videos bajo el hashtag #socialbattery, donde miles de jóvenes comparten su sensación de “cansancio de gente” y la necesidad de espacios de calma.