La brecha de género persiste en la tecnología: la matrícula de mujeres no supera el 23% en carreras de programación

A pesar de los avances en equidad de género en diversos sectores, el ámbito tecnológico sigue enfrentando una marcada desigualdad. En Argentina, apenas el 20,3% de las inscripciones en carreras de programación corresponden a mujeres, y la cifra asciende levemente al 22,8% en desarrollo tecnológico, según un informe reciente de la organización sin fines de lucro Chicas en Tecnología (CET).

UN PROBLEMA ESTRUCTURAL EN LA REGIÓN

El estudio, titulado “La brecha que persiste: cuántas mujeres faltan para alcanzar la paridad de género en carreras de tecnología en América Latina”, analizó datos de universidades en seis países de la región entre 2018 y 2022: Argentina, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay. Aunque Uruguay destaca con un 42,6% de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), en todos los países la participación femenina en áreas como programación e ingeniería no supera el 30%.

En Argentina, la situación refleja una paradoja: mientras que las mujeres representan el 50% de la matrícula universitaria total, su participación en carreras tecnológicas es notablemente baja. Este fenómeno se repite en disciplinas de programación, donde la presencia femenina apenas supera el 20%.

DISTRIBUCIÓN DESIGUAL DENTRO DE STEM

El informe señala que, dentro de STEM, las ciencias naturales, matemáticas y estadística tienen una mayor representación femenina, superando en algunos casos el 50%. Sin embargo, las áreas de tecnologías de la información y comunicación (TIC), así como ingeniería e industria, siguen siendo mayoritariamente masculinas.

Milagros Giménez, líder de investigación de CET, subrayó la importancia de analizar específicamente las categorías más intensivas en programación y desarrollo tecnológico. Según Giménez, estos datos revelan una problemática regional más profunda que va más allá de las fronteras de un solo país.

CRECIMIENTO ABSOLUTO, PERO SIN PARIDAD

Si bien la cantidad absoluta de mujeres en carreras tecnológicas creció en varios países, el porcentaje relativo frente a los hombres se mantiene estable, lo que refleja que el problema de fondo persiste. La desigualdad no solo limita el acceso de las mujeres a oportunidades de alto impacto en el sector, sino que también perpetúa un modelo en el que la diversidad y la innovación tecnológica quedan rezagadas.

DATO RELEVANTE

En Uruguay, que lidera la región, se observa que las políticas públicas orientadas a fomentar la inclusión de mujeres en tecnología han tenido un impacto significativo. Sin embargo, en otros países, los esfuerzos aún no logran cerrar la brecha de género, dejando abierta la pregunta sobre cómo acelerar el cambio en un sector clave para el futuro económico y social.