La campaña de Kamala Harris en su intento por llegar a la Casa Blanca en las elecciones de 2024 no solo se destacó por su mensaje político, sino también por las millonarias sumas que destinó a celebridades y artistas para respaldar su candidatura. Aunque Harris ha sido una figura histórica como la primera mujer negra en postularse para la presidencia de Estados Unidos, su campaña también ha sido marcada por los altos gastos, que incluyen pagos sustanciales a nombres como Oprah Winfrey, Lady Gaga, Ricky Martin, Beyoncé, y otros.
Según un informe del Washington Examiner, Harris gastó una cifra impresionante de más de mil millones de dólares durante su campaña, de los cuales 15 millones fueron dirigidos a las empresas encargadas de organizar las apariciones de las celebridades en sus eventos.
¿A quiénes pagó Kamala Harris?
Entre los pagos más destacados, se encuentran:
- $10 millones para Beyoncé, aunque la cantante no llegó a cantar en los eventos de campaña.
- $5 millones para la rapera Megan Thee Stallion.
- $2.3 millones para Lizzo.
- $1.8 millones para Eminem.
- $1 millón para Oprah Winfrey, a través de su productora Harpo Productions.
Además, la campaña también destinó $100,000 para el popular podcast Call Her Daddy y $1 millón para crear una réplica del set del programa, lo que muestra la estrategia de Harris para atraer la atención de audiencias jóvenes y digitales.
La controversia de los pagos a celebridades
Aunque muchos de estos artistas se manifestaron públicamente apoyando a Harris, varios de ellos aseguraron no haber recibido un pago directo por su participación en la campaña. Esto ha generado una polémica, ya que algunos señalan que los pagos podrían implicar una violación de las leyes federales que rigen el financiamiento de las campañas electorales. Según los informes, algunos de estos pagos se hicieron a través de intermediarios o empresas asociadas a las celebridades, lo que ha alimentado las sospechas sobre la transparencia de los fondos.
El informe del Washington Examiner también menciona que, a pesar de haber recaudado más de $1 billón, la campaña de Harris terminó con una deuda de $20 millones, lo que deja muchas preguntas sin respuesta sobre el destino del dinero recaudado.
Un récord en los gastos electorales
Este ciclo electoral ha sido el más caro de la historia de Estados Unidos, con las campañas presidenciales gastando cerca de $10 mil millones en total, un aumento de casi el 20% respecto a las elecciones de 2020, según el análisis de AdImpact. El informe revela que más de la mitad de esos fondos fueron destinados a anuncios y estrategias de marketing, lo que muestra cómo la política estadounidense se ha transformado en una verdadera industria de la comunicación y el entretenimiento.
Con estas revelaciones, la campaña de Kamala Harris ha dejado en evidencia no solo la importancia del apoyo de las figuras públicas, sino también los costos asociados a este tipo de respaldo. A medida que las autoridades siguen investigando la legalidad de los pagos, la pregunta sobre el uso de los fondos de campaña sigue sin respuesta.