Joaquín Phoenix: la disciplina vegana y la rutina consciente detrás del actor que desafía sus límites

A los 51 años, el actor de “Joker” mantiene una filosofía de vida que combina veganismo, entrenamiento moderado y activismo ambiental. Tras años de someter su cuerpo a transformaciones extremas, Phoenix apuesta por el equilibrio físico y mental, sin perder la intensidad que lo caracteriza.

Joaquín Phoenix, quien acaba de cumplir 51 años, sostiene una disciplina estricta que le permite mantener su estado físico en cada proyecto. Reconocido por la intensidad de sus interpretaciones, el actor se sometió a notorias transformaciones para distintos personajes.

Después de experiencias con cambios de peso severos, Phoenix optó por una rutina diaria basada en prácticas saludables y sostenibles, alejado de métodos extremos que puedan afectar su salud física o mental.

“No debería volver a hacerlo. Puede afectar profundamente tu salud y tu mente. Me obsesioné con cada gramo que perdía, el control sobre el cuerpo se convierte casi en una obsesión”, reconoció Phoenix en una entrevista con The Guardian durante la promoción de la secuela de Joker.


Una vida guiada por convicciones

Sostiene una dieta estrictamente vegana desde los tres años, resultado de convicciones familiares y personales arraigadas. De este modo, excluye completamente cualquier producto de origen animal, optando siempre por frutas, verduras frescas, legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos.

Durante gran parte de su vida adulta, el actor señaló que una alimentación basada en plantas contribuye a su energía y recuperación física, algo especialmente importante después de jornadas extensas de grabación y preparación para cada proyecto.

Sobre su régimen para entrar en el personaje de Arthur Fleck, explicó: “Mi dieta consistía básicamente en lechuga y verduras al vapor. No lo recomiendo. Conté con supervisión médica, pero el reto fue mucho más duro ahora que la primera vez”.

Además, según reveló, excluye por completo los ultraprocesados y prefiere cocinar en casa con productos frescos y naturales. Esta constancia alimenticia ha ofrecido beneficios duraderos en su bienestar general.


Ejercicio adaptado y recuperación consciente

El entrenamiento físico de Phoenix no responde a modas ni extremos deportivos. Si bien en algunos momentos llevó al cuerpo al límite para interpretar papeles excepcionales, en la actualidad opta por rutinas que priorizan la movilidad, la coordinación, la flexibilidad y la fuerza funcional.

El actor emplea ejercicios de bajo impacto, como caminatas diarias, estiramientos, trabajo postural y actividades físicas adaptadas a las demandas de la edad.

Además evita entrenamientos de alta intensidad constantes, prefiere la variedad moderada y dedica tiempo a hábitos que favorecen el sueño y la gestión del estrés.

Esta filosofía le permitió mantener una base física sólida, compatible con su vida laboral y familiar, y enfoca el ejercicio como un recurso para la salud y la vitalidad diaria, no solo como preparación para un papel puntual.


Activismo y coherencia personal

El recorrido del actor no se limita solo a la disciplina física o alimentaria; su reputación pública está marcada por el activismo constante en defensa de los animales y por un compromiso social que se expresa a través de sus causas y su participación en campañas humanitarias.

En abril de 2025, Phoenix se involucró en campañas internacionales por el rescate de animales cautivos, demostrando que sus elecciones cotidianas son reflejo de sus valores en todos los ámbitos de su vida.


El precio del arte

El caso de Phoenix en Joker es paradigmático en la industria. Para ese papel, el actor perdió más de 23 kilos en pocas semanas bajo estricto control médico.

El plan de alimentación consistió en reducir severamente la ingesta calórica con una dieta muy básica en la que predominaban vegetales, frutas y pequeñas porciones de proteína vegetal. La magnitud del esfuerzo exigió control sanitario permanente, supervisión profesional y una fortaleza mental considerable.

A cuatro años de ese reto, Phoenix repitió una transformación similar para la secuela Joker: Folie à Deux. Ahora con 50 años cumplidos, y en una etapa diferente de su vida, el impacto físico resultó mucho mayor. La exigencia incluyó, además, largas sesiones de ensayos coreográficos, ya que el personaje requiere movimientos de baile y precisión corporal en cada escena.