Israel insiste en que su guerra es contra Hezbolá y destaca que sus ataques no son en el centro de Beirut

El conflicto entre Israel y Hezbolá ha escalado en las últimas semanas, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han reafirmado que su ofensiva en Líbano no está dirigida contra el país en su conjunto, sino específicamente contra la milicia chií Hezbolá. En un intento por dejar claro el objetivo de sus ataques, el Ejército israelí ha subrayado que las acciones militares no se están llevando a cabo en el centro de Beirut, sino en Dahieh, el suburbio al sur de la capital, considerado como el bastión del grupo islamista.

A través de una publicación en redes sociales, las FDI han señalado las áreas afectadas, compartiendo un mapa que distingue claramente Beirut de Dahieh. Según las autoridades israelíes, los bombardeos han alcanzado importantes infraestructuras de Hezbolá, como su cuartel general, la sede de su Inteligencia y depósitos de armas, además de haber eliminado a Hasán Nasralá, líder de la milicia. Las FDI también aseguraron que han implementado medidas para reducir al mínimo el daño a civiles, incluyendo advertencias previas a los ataques y llamadas para evacuar áreas en riesgo.

El mensaje israelí ha sido constante: “Nuestra guerra es contra Hezbolá, no contra el pueblo de Líbano”, afirmó el Ejército, alineándose con las declaraciones del primer ministro Benjamin Netanyahu, quien en reiteradas ocasiones ha tratado de separar las acciones contra la milicia chií de la política libanesa.

A pesar de estas declaraciones, las autoridades libanesas han informado de al menos 2.150 muertos desde el inicio de los ataques israelíes, lo que subraya el costo humano del conflicto en la región. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, ha insistido en que Hezbolá está ocultando el impacto real de los bombardeos y que la organización atraviesa serias dificultades operativas, como problemas en el mando y control, lo que estaría generando confusión en su estructura interna. Además, señaló que Irán, uno de los principales aliados de Hezbolá, aún no ha comprendido la magnitud del daño causado a su milicia en Líbano.

Las tensiones se intensificaron a partir del 8 de octubre, cuando, tras un ataque de Hamás en Gaza, Hezbolá lanzó misiles contra el norte de Israel, matando a varias personas y provocando evacuaciones masivas. Esto llevó a Israel a intensificar sus bombardeos en Líbano, alcanzando objetivos estratégicos de Hezbolá, lo que incluyó la eliminación de Nasralá y sus posibles sucesores, según el Gobierno israelí, aunque algunas de estas afirmaciones fueron matizadas por las FDI, que todavía están evaluando los resultados de sus operaciones.