En una nueva escalada de tensión en Medio Oriente, Irán lanzó un ataque con decenas de misiles contra Israel, encendiendo las alarmas en todo el país y obligando a millones de israelíes a resguardarse en refugios antiaéreos 🏃♂️🏃♀️. Las sirenas resonaron en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades, mientras el sistema de defensa Domo de Hierro lograba interceptar la mayoría de los proyectiles iraníes.
El ataque y la respuesta israelí
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que, a pesar de la magnitud del ataque, no hubo víctimas graves y se permitió a la población abandonar los refugios luego de que la situación fue controlada. Según las FDI, Irán lanzó alrededor de 180 misiles 🚀, mientras que fuentes estadounidenses elevaron esa cifra a 200. El ataque se produjo alrededor de las 19:45 hora local, y fue contrarrestado no solo por las defensas israelíes, sino también por buques de guerra estadounidenses que ayudaron a neutralizar algunos de los misiles.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue categórico tras el ataque, asegurando que Teherán “cometió un gran error y pagará por ello”. En una reunión con su gabinete, afirmó que Irán no comprende la “determinación” de Israel para responder a sus enemigos, y prometió represalias.
Reacción de Irán
Desde Teherán, la respuesta no se hizo esperar. El mayor general Mohamed Bagheri, jefe conjunto de las fuerzas armadas iraníes, advirtió que si Israel toma represalias, Irán está preparado para atacar su infraestructura con “mayor intensidad” 🏗️💥. Bagheri aseguró que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) está listo para lanzar nuevos misiles, en un ataque “multiplicado” si fuera necesario.
El ataque iraní llegó tras la invasión de Israel en el sur del Líbano, donde las fuerzas israelíes buscaban neutralizar las capacidades de la milicia chiita Hezbolá, aliada de Teherán. Según el CGRI, el lanzamiento de misiles fue en represalia por el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniya, en julio, y el reciente asesinato de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, la semana pasada.
Una región en llamas
La tensión en la región creció exponencialmente, con bombardeos en el sur de Líbano y ataques desde las milicias libanesas hacia territorio israelí. Las FDI confirmaron que fuerzas adicionales están siendo desplegadas en el Líbano para realizar incursiones selectivas contra plataformas de lanzamiento de misiles de Hezbolá 🛰️. El conflicto también ha provocado la evacuación de 25 poblaciones libanesas y el desplazamiento de más de un millón de personas en el país vecino.
En Irán, las calles de Teherán se llenaron de manifestantes celebrando el ataque, portando banderas de Hezbolá y fotos de Nasrallah 🏳️. La televisión estatal iraní emitió un comunicado del CGRI advirtiendo a Israel que cualquier respuesta traería más ataques desde Irán.
Reacciones internacionales
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que su país está preparado para defender a Israel en caso de nuevos ataques, mientras que el Pentágono confirmó que buques de guerra estadounidenses interceptaron algunos misiles iraníes 🌍🛡️. Desde la Casa Blanca, un alto funcionario advirtió que un ataque militar directo de Irán podría tener consecuencias severas para el régimen de Teherán.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la creciente hostilidad entre las dos potencias de Medio Oriente. Las tensiones no solo afectan la seguridad de la región, sino también la economía global. El precio del barril de crudo Brent subió más de un 1% tras el ataque, alcanzando los US$74,40, aunque durante el día llegó a dispararse un 5% 💹.