Importancia del consumo de hierro y vitamina B12 en invierno

El invierno trae consigo no solo bajas temperaturas, sino también la necesidad de cuidar nuestra alimentación para mantenernos saludables. Entre los nutrientes esenciales para esta época del año, el hierro y la vitamina B12 juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades y el mantenimiento del bienestar general.

El hierro es un mineral fundamental para el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano, siendo esencial para la producción de hemoglobina, la proteína en los glóbulos rojos que transporta oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. La vitamina B12, por su parte, es necesaria para la formación de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso.

Durante el invierno, el cuerpo experimenta cambios en los niveles de energía y el metabolismo, lo que hace que la ingesta de hierro y vitamina B12 sea aún más importante. Según César Casávola, jefe del servicio de nutrición del Hospital Alemán de Buenos Aires, “es recomendable consumir alimentos que favorezcan la ingesta de estos nutrientes, como carnes rojas en guisos y ciertas verduras”.

La espinaca, aunque es rica en hierro, contiene inhibidores de la absorción de este mineral. Por ello, es preferible combinar su consumo con alimentos que faciliten la absorción del hierro, como carnes y alimentos ricos en vitamina C. Además, es aconsejable esperar a tomar té o café después de la digestión para no interferir en la absorción del hierro de la carne.

Una deficiencia de hierro puede llevar a anemia, causando síntomas como cansancio, falta de energía y problemas de concentración. Por otro lado, la falta de vitamina B12 puede provocar anemia megaloblástica, problemas neurológicos y dificultades en el crecimiento en los niños.

Para asegurar una ingesta adecuada de estos nutrientes, se deben incluir en la dieta alimentos como carnes magras, mariscos, aves, cereales fortificados, legumbres y frutas secas. La vitamina B12 se encuentra principalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, huevos, leche y productos lácteos.

En resumen, mantener una alimentación rica en hierro y vitamina B12 durante el invierno no solo ayuda a combatir el frío, sino que también es esencial para mantenernos saludables y con energía.