Hawaii recibe las primeras olas del tsunami tras el devastador sismo en Rusia: el Pacífico, en máxima alerta

La furia del océano comenzó a golpear las costas del Pacífico. Hawaii confirmó este martes por la noche la llegada de las primeras olas del tsunami, luego del terremoto de magnitud 8.8 que sacudió la costa este de Rusia. La amenaza es real y el riesgo, latente.

🏝️ En la bahía de Hanalei, cámaras captaron el momento dramático en que el mar retrocedió más de 30 metros, una señal inequívoca del poder que se avecina. Según reportes oficiales, algunas olas ya superaron el metro y medio de altura, aunque por ahora no se registran víctimas ni daños materiales en el archipiélago.

🚨 “No hemos visto una gran ola… pero eso no significa que podamos relajarnos”, advirtió el gobernador de Hawaii, Josh Green, al confirmar que la alerta se mantendrá durante varias horas más. Los vuelos fueron suspendidos, los puertos cerrados y cerca de 200 personas quedaron varadas en el aeropuerto de Maui.

🇷🇺 El terremoto tuvo epicentro cerca de Petropávlovsk-Kamchatski, en la península de Kamchatka, y provocó la inundación de una ciudad costera en Rusia, daños estructurales en escuelas, la evacuación de miles en las islas Kuriles y más de 30 réplicas en las horas siguientes.

🇯🇵 En Japón, las autoridades detectaron olas de hasta 60 cm en Hokkaido y mantienen la alerta por posibles olas de mayor magnitud, advirtiendo que el fenómeno podría prolongarse durante 24 horas.

🌎 La amenaza se extiende a lo largo del Pacífico: Chile, Colombia, Ecuador, California y Guam se sumaron a la lista de países en estado de vigilancia, con evacuaciones preventivas en zonas costeras y prohibición total de actividades marítimas.

📍 Por su intensidad y proyección global, el sismo de Kamchatka podría quedar entre los 10 terremotos más potentes del último siglo, en un evento que vuelve a recordarnos la fragilidad del equilibrio entre tierra y mar.


📚 ¿Sabías esto? La bahía de Crescent City, al norte de California, es uno de los lugares del mundo más vulnerables a tsunamis debido a su geografía submarina. Allí, una ola de apenas 30 cm puede amplificarse hasta cuatro veces su tamaño real, lo que lo convierte en un punto clave de monitoreo global cada vez que tiembla el Pacífico.