🎸 Un giro inesperado en París reavivó la leyenda de Jim Morrison. El busto que durante años adornó su tumba en el icónico cementerio Père Lachaise y que había sido robado en 1988, fue encontrado de forma accidental por la policía, tras permanecer oculto por más de tres décadas.
🏛️ La obra, creada por el escultor croata Mladen Mikulin, fue colocada en 1981 como tributo al mítico líder de The Doors. Pero solo resistió siete años antes de ser sustraída misteriosamente. Desde entonces, su paradero era un enigma para fans y autoridades.
🚔 El hallazgo no fue fruto de una búsqueda planificada. En realidad, la Brigada Financiera y Anticorrupción de la policía parisina dio con la pieza mientras allanaba el domicilio de un alto directivo investigado por falsificación de documentos. Allí, entre papeles y objetos de lujo, estaba el busto de Morrison, cubierto de inscripciones dejadas por fanáticos y con varios fragmentos faltantes.
🤫 Lo curioso es que aún no se sabe quién lo robó ni cómo llegó allí. Tampoco está claro qué ocurrirá ahora con la escultura: si volverá a su lugar original o si será conservada como pieza de museo.
🗣️ “Obviamente es un pedazo de historia”, declaró un representante del patrimonio de Morrison a la revista Rolling Stone. “La familia deseaba que ese busto estuviera allí. Es gratificante saber que apareció”.
📺 Como si el hallazgo no fuera suficiente para alimentar el mito, un nuevo documental en Apple TV+, Before The End: Searching for Jim Morrison, reaviva la vieja teoría conspirativa que asegura que el cantante fingió su muerte en 1971 y vivió oculto durante años.
🔍 Dirigido por Jeff Finn, el documental se sumerge en los archivos, testimonios y fotos que sugieren que Morrison pudo haber adoptado otra identidad. Uno de los momentos más comentados muestra a un hombre llamado “Frank”, con gran parecido físico, posando junto al baterista John Densmore en 2013. ¿Coincidencia o pista?
🌪️ Más allá de las especulaciones, lo cierto es que la figura de Morrison sigue tan viva como siempre, ya sea en el mármol de un busto reencontrado, o en las notas de una teoría que se niega a morir.
🧐 Curiosidad poco conocida: cuando Mladen Mikulin se enteró del robo en 1988, intentó hacer una réplica del busto para reemplazarlo, pero las autoridades del cementerio lo rechazaron por “motivos de seguridad”. El escultor nunca supo que su obra original seguía existiendo… hasta ahora.